Kamala Harris acusó este lunes a Donald Trump de estar «obsesionado con sus quejas, consigo mismo y con dividir» al país, mientras el republicano trata de contener los efectos de la retórica racista de un mitin en Nueva York.
AFP
Más de 44 millones de estadounidenses han votado por anticipado cuando faltan ocho días para los comicios más reñidos de la historia contemporánea de Estados Unidos.
Uno de ellos fue el presidente Joe Biden, que lo hizo este lunes en el estado de Delaware (nordeste).
Las tensiones arrecian en la carrera por la Casa Blanca, avivadas por el miedo a que el expresidente y candidato republicano Donald Trump pueda volver a negarse a reconocer una derrota, como hizo en 2020.
La preocupación aumentó después de que un incendio quemara cientos de votos anticipados depositados en un buzón supuestamente seguro en un distrito altamente competitivo en el noroeste del estado de Washington.
Y se sospecha de otro incendio intencionado horas antes en Portland, Oregón.
– Puerto Rico –
En las encuestas sigue el empate técnico.
Ambos candidatos se centrarán esta semana en los siete estados que posiblemente decidan el resultado: Pensilvania, Michigan, Wisconsin, Georgia, Carolina del Norte, Arizona y Nevada.
Harris y su compañero de fórmula Tim Walz los recorrerán todos.
La vicepresidenta comenzó este lunes por Michigan, en el norte, donde arremetió de nuevo contra el mitin de Nueva York.
Uno de los oradores, el humorista Tony Hinchcliffe, dijo: «Hay una isla flotante de basura en medio del océano en este momento, creo que se llama Puerto Rico».
También se burló de los latinos diciendo que «les encanta hacer bebés», parodió a judíos y palestinos y se mofó de un hombre negro, con el estereotipo de que a los afroestadounidenses les gusta mucho la sandía.
«Anoche, el acto de Donald Trump en el Madison Square Garden realmente puso de relieve un punto que he estado planteando a lo largo de esta campaña», dijo Harris a periodistas en el Air Force Two.
«Está centrado y realmente obsesionado con sus quejas, consigo mismo, y con dividir a nuestro país. Y de ninguna manera es algo que vaya a fortalecer a la familia estadounidense, al trabajador estadounidense», añadió.
El equipo de campaña del republicano se distanció del comentario del cómico que llevó a artistas como Bad Bunny, Ricky Martin, Marc Anthony o Jennifer Lopez a apoyar a Harris.
«Esta broma no refleja la opinión del presidente», afirmó una de las portavoces de Trump.
Pese a ser estadounidenses los puertorriqueños no pueden votar en las elecciones presidenciales, excepto si residen en uno de los 50 estados estadounidenses continentales más el distrito de Columbia.
Y Pensilvania, un estado clave que podría decidir el resultado de los comicios, cuenta con medio millón de puertorriqueños.
El humorista reprochó a las voces críticas que «no tienen sentido del humor».
Otros oradores utilizaron una retórica abiertamente sexista y racista para burlarse sexualmente de Harris y la llamaron «el anticristo».
Trump aprovechó el acto -comparado por los demócratas con un infame mitin de fascistas estadounidenses en el mismo lugar en 1939- para arremeter contra la migración ilegal y los opositores internos a los que volvió a calificar de «enemigo interior».
El lunes viajó a Georgia para reunirse con pastores y líderes religiosos y dar un mitin en Atlanta, la capital de este estado sureño.
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