El alto comisionado de la ONU para los derechos humanos, Volker Türk, presentó este viernes ante el Consejo de DDHH una actualización de su informe ante sobre la situación de Venezuela.
El funcionario se refirió específicamente a la crisis social derivada de los malos salarios, la dificultad para acceder a la alimentación y los problemas en materia de salud y educación.
En ese contexto, los países aliados de la administración de Nicolás Maduro aseguraron que «hay una guerra híbrida contra Caracas», además rechazaron «los actos de injerencia» hacia Venezuela.
El representante de Cuba ante el organismo reiteró «el inquebrantable apoyo a Venezuela y a Nicolás Maduro».
Asimismo, Bolivia abogó por «la cultura del diálogo, dejando de un lado la politización». «Esto debe ser una prioridad», aseguró el representante de Bolivia ante la ONU.
Rusia agregó que existe «una guerra híbrida contra Caracas, tratando de superar la voluntad expresa de los electores con el uso de sanciones y atacando el orden político».
El representante de Nicaragua indicó que «los patrocinadores contra Venezuela son gobiernos que imponen u apoyan medidas coercitivas».
«Rechazamos los actos de injerencia», advirtió Nicaragua ante la ONU.
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