Mientras una veintena de efectivos de la Policía y de la Dirección de Contrainteligencia Militar venezolanos rodearon este jueves la caravana en la que se movió por Caracas la líder opositora María Corina Machado, cientos de miembros de colectivos armados estaban desplegados por todo el país.
Su misión fue la de ejecutar un operativo de represión y miedo para evitar que los venezolanos salieran a las calles a protestar en contra del régimen de Nicolás Maduro, que busca enquistarse 6 años más.
Videos en redes sociales y fotos publicadas por medios como ‘El Nacional’ recogieron evidencia de cómo miembros de los colectivos de Maduro esperaban en calles aledañas a manifestantes, montados en motos, con capuchas o los rostros cubiertos con cascos oscuros y gafas o pañuelos.
En estados como Zulia, Carabobo, Aragua, Falcón y zonas de Miranda, así como en tres áreas de Caracas (Montalbán, Chacao y La California), los miembros de estos violentos colectivos lanzaron bombas lacrimógenas y balas de aire y perdigones para intimidar a seguidores de María Corina y de Edmundo González, presidente electo de Venezuela.
“Se calcula que hay cerca de 20.000 miembros de estos colectivos y 4.000 jefes operativos que son la llamada línea dura. Estos últimos han sido entrenados en Irán y Cuba y obedecen órdenes de Alexánder Granko, coronel de la Guardia Nacional Bolivariana”, le dijo a EL TIEMPO el experto en seguridad e inteligencia Johan Obdola.
Granko pertenece a la Dirección General de Contrainteligencia Militar y participa en operaciones de seguridad nacional para la dictadura.
De hecho, el 2 de enero publicó un video sobre sus roles: “Nuestra revolución, nuestro país está amenazado, hemos ido desarrollando operaciones en contra de mercenarios, han dado fructíferos resultados y este año no va a ser la excepción. Yo cuento con ustedes para la defensa de este país, ahorita con la extraordinaria fusión cívico-militar policial, liderada por nuestro comandante en jefe, vamos a garantizar la paz del país”, dijo en un mensaje para miembros del Comando Estratégico de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana.
Pagos en dólares
Según el investigador de conflictos armados Néstor Rosanía, “los colectivos son una fuerza civil no adscrita a las Fuerzas Militares venezolanas que, además del seguimiento y represión a opositores del régimen, se dedican a la extorsión e incluso al manejo del microtráfico”.
Y Obdola agrega que además de entrenamiento, armamento y gasolina, los miembros de los colectivos, que vienen desde la era de Hugo Chávez, reciben un pago por operación de 200 dólares. Y en ocasiones también los surten de licor.
“Los adoctrinan de manera permanente, y los pagos que se les hacen vienen de las caletas que el régimen oculta en túneles ubicados en Caracas. Los instructores iraníes y cubanos entran y salen constantemente de Venezuela, pero también permanece un grupo que conforma la segunda capa de la Guardia de Honor Presidencial”, dice Obdola.
Y el experto señala que varias fichas de estos colectivos tienen vínculos con otras organizaciones criminales como el tenebroso ‘Tren de Aragua’.
“Las armas que portan están registradas y pertenecen al régimen. Están monitoreados por el Ministerio de Justicia”, dice el experto.
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