El nombre del nuevo jefe de las Fuerzas de Acciones Especiales (FAES) de la Policía Nacional Bolivariana (PNB), José Miguel Domínguez Ramírez, es el mismo que salió a relucir por primera vez cuando se supo que funcionarios del Servicio Bolivariano de Inteligencia (Sebin) eran los responsables del asesinato de Bassil Da Costa, el joven manifestante que mataron en la esquina de Tracabordo de la parroquia Candelaria, en el centro de Caracas, durante la protesta del 12 de febrero de 2014.
Allí, en medio de los uniformados que disparaban, se le vio vestido con una camisa caqui, bluejeans y casco de motorizado. Estaba adscrito en la Dirección de Inteligencia del cuerpo de seguridad mencionado y también había sido acreditado como comisario por la Policía Municipal de Libertador.
Pese a que Domínguez no fue inculpado por el caso, su nombre e imagen quedaron en los videos en los que se registró la emboscada a quienes protestaban aquella tarde. Jamás se presentó ante tribunales por lo sucedido, de acuerdo con una investigación de Runrun.es de 2015. Sin embargo, fue sobreseído por el Ministerio Público, institución que determinó que no tenía ninguna responsabilidad en el asesinato, según declaraciones recogidas por El Pitazo.
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En aquel entonces, el funcionario ya era conocido por el mote que ha llevado durante años: “Miguelito”, y era escolta de Freddy Bernal, ex alcalde del municipio Libertador de Caracas y hoy jefe nacional de los Comités Locales de Administración y Producción (Clap), quien ha sido el responsable de que siga enroscado en cargos públicos.
A raíz de su actuación en el caso de Bassil Da Costa, en cuyo expediente se cita su nombre, se conoció que “Miguelito” tenía antecedentes de homicidio calificado desde el año 2000. También se le ha relacionado con otros delitos, como el asesinato en 2008 del detective del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas, Edison José Flores Padrón.
Además, para ese entonces en zonas del oeste de la ciudad se le conocía como líder del colectivo “revolucionario” Continente que operaba en Catia y 23 de Enero, al oeste de Caracas, y estaba formado por ex funcionarios policiales de distintas instituciones. A ese grupo armado también pertenecían Giovanni Valladares y Melvin Collazos, dos de los hombres que también estuvieron involucrados en la muerte de Bassil Da Costa y nunca fueron procesados por el hecho.
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No es la primera vez que se descubre que un colectivo es miembro de las FAES, el cuerpo policial que hoy se considera el grupo de extermino de la PNB. Durante la “Operación Gedeón” de 2018, que terminó con la muerte del piloto rebelde Óscar Pérez y seis de sus compañeros presuntamente ejecutados, cayó también Heyker Vásquez, cabeza del colectivo Tres Raíces, el mismo que dio origen al colectivo Continente al cual pertenecía “Miguelito”. Vásquez era supervisor jefe de la Policía Nacional.
Pero la historia del nuevo jefe de las FAES no quedó allí. Un año después, continuó como escolta de Bernal y hasta se dejó ver en medio de una rueda de prensa cuando el ex alcalde de Libertador era el Comisionado Presidencial para la Transformación del Sistema Policial. En 2018, cuando a Bernal se le otorgó el cargo de “protector” del Táchira, “Miguelito” volvió a la palestra pública: fue nombrado jefe de las FAES en la entidad andina.
Fue así como el antiguo guardaespaldas entró en la lista negra de la Oficina del Tesoro de Estado Unidos para el Control de Activos (OFAC, por sus siglas en inglés), institución que lo sancionó mediante la orden ejecutiva 13692 por encabezar uno de los cuerpos de seguridad venezolanos que bloqueó la entrada de la ayuda humanitaria el pasado 23 de febrero en la frontera con Colombia. En esa fecha, los colectivos actuaron con total impunidad al disparar y amedrentar contra los manifestantes que exigían frente al puente Simón Bolívar de San Antonio, en la frontera de Táchira, el ingreso de camiones con alimentos y medicinas.
En el documento con el que se sancionó a “Miguelito”, se reseñó que antes de ser jefe de las FAES en Táchira fue director de operaciones del mismo grupo y que había declarado que el propósito de ese cuerpo era “erradicar las bandas criminales organizadas culpables de secuestro y extorsión”.
“Lo primordial es combatir a los grupos paramilitares que quieren hacer su agosto en la frontera, atacando a la población e incentivando la guerra económica por medio de sus prácticas ilegales”, expresó en junio del año pasado en una entrevista a YVKE Mundial en Táchira.
A Domínguez Ramírez también se le ha asociado con la explosión de una bomba en Fedecámaras en 2008, hecho que dejó un muerto.
Con información de Runrunes