Más de 300 personas fueron detenidas hoy en la capital rusa en una manifestación no autorizada para exigir la inscripción de los candidatos de la oposición en las elecciones a la asamblea legislativa de Moscú del próximo 9 de septiembre, según la ONG rusa OVD-Info.
De acuerdo con los datos de la ONG, que ofrece asistencia jurídica a los detenidos en manifestaciones políticas, hasta las 16.00 hora local (13.00 GMT) la policía había detenido a 311 personas.
Una de las primeras personas detenidas fue la dirigente opositora Liubov Sóbol, jurista del Fondo de Lucha contra la Corrupción, a quien las autoridades electorales negaron la inscripción de su candidatura.
Sóbol lleva 20 días en huelga de hambre para exigir la inscripción de su candidatura.
En un vídeo publicado en Twitter puede verse cómo varios agentes con cascos rodean el taxi y uno de los policías saca a empujones del vehículo a la política, a la que luego, en medio de un enjambre de reporteros gráficos, suben a un furgón.
Las plazas Pushkin y Trúbnaya son lugares donde se ha producido el mayor número detenciones, algunas de ellas violentas, según pudo comprobar Efe.
Después que las autoridades negaran el permiso para la manifestación de hoy, sus organizadores llamaron a pasear masivamente sin pancartas ni consignas por el Anillo de los Bulevares, que prácticamente circunvala el centro de Moscú.
La extensión de los bulevares y carácter disperso de la manifestación dificulta cuantificar el número de personas que hicieron eco de la convocatoria.
Las autoridades moscovitas desplegaron un gran dispositivo policial, con empleo incluso de helicópteros, para impedir la manifestación opositora.
“Se pide a los ciudadanos que no obstruyan el paso. Esta acción es ilegal y la partición en ella puede conllevar sanciones”, se oía en los llamamientos policiales transmitidos por altavoces.
Otro llamamiento, ya con voz de mujer, recordaba a los ciudadanos que los miembros de la Guardia Nacional, movilizada por las autoridades, “son sus hijos”.
La manifestación no autorizada de hoy es la primera después de la del sábado pasado, convocada por el mismo motivo y que fue disuelta violentamente por la policía.
En esa jornada, más de mil personas fueron detenidas en Moscú, incluidos casi todos los dirigentes que convocaron la protesta y que luego fueron condenados a diversas penas de arresto administrativo.
EFE