Luego de la ronda de sanciones durante el mes de abril de este año que afectaron directamente al Banco Central de Venezuela, imposibilitando su capacidad de realizar operaciones en divisas a través de transferencias, el BCV quedó fuera del tablero como principal oferente de un mecanismo de acceso a divisas a través del DICOM y tuvo que pasar la tutela a los bancos debido a este hecho sobrevenido.
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Desde el mes de mayo empezaron a funcionar las mesas de cambio de la banca, inicialmente con la participación de muy pocas instituciones y con profundidad limitada de operaciones. Los obstáculos iniciales pasaron por temas de corresponsalía de cada banco para poder interactuar con sus clientes y obtener los permisos de compliance necesarios para ejecutar las transferencias. Enumeramos algunos puntos de interés dentro de este mecanismo y cómo está su desarrollo actualmente:
* Las mesas de cambio tienen como target a los clientes corporativos. Esto ocurre por los costos operativos que implica manejar una estructura de múltiples transferencias si el canal se abre de forma masiva tanto para jurídicos como naturales, además de las barreras propias que cada banco corresponsal impone, lo cual limita a trabajar con listas acotadas de clientes, que ya son conocidos, tienen trayectoria y se conoce con detalle el background de sus operaciones en Venezuela.
* Algunos bancos trabajan con montos mínimos de compra para que los clientes puedan participar dentro de las mesas, lo cual busca filtrar un volumen masivo de operaciones que no se corresponda con la oferta limitada de divisas que están recibiendo los bancos.
* La oferta de divisas que nutre las mesas de cambio de cada banco depende directamente de los clientes que cada Institución pueda conseguir. De igual forma, varios bancos privados reciben montos importantes de los pensionados en el exterior mensualmente y estos volúmenes son colocados en las mesas de cambio. Sin embargo, la salida de PDVSA como oferente principal de divisas ha complicado de manera importante el flujo tanto del Estado como del sector privado.
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* Algunos bancos privados y públicos están utilizando las posiciones de las antiguas cuentas cambiario Nº20 (ahora llamadas Nº1) cuyos montos quedaron asignados pero nunca pudieron ser transferidos o utilizados, para ahora ser entregados en efectivo (principalmente caso de los bancos públicos) o transferidos. Esto ha permitido que algunas instituciones utilicen estos recursos para colocar oferta en las mesas de cambio. Al cierre de junio, el sistema financiero tiene un saldo de 855 millones de dólares en las cuentas convenio cambiario Nº1, de las cuales 782 millones está en manos de los bancos públicos.
Con información de Banca y Negocios