Anne McClain, una astronauta estadounidense, está siendo investigada por acceder a una cuenta bancaria de su expareja, Summer Worden, desde la Estación Espacial Internacional.
La acción podría constituir el primer delito en la historia cometido desde el espacio, según reseñó El País de España.
Ambas mujeres están en un proceso divorcio y custodia por su hijo de 6 años desde hace casi un año. Worden notó unos movimientos extraños en su cuenta y, al averiguar en su banco, descubrió varios accesos con su usuario desde ordenadores de la agencia espacial estadounidense, la NASA.
Ante este hecho, Worden presentó una denuncia ante la Comisión Federal de Comercio y su familia presentó otra ante la Oficina de Inspección General de la NASA acusando a McClain de robo de identidad y acceso inapropiado a los registros financieros privados.
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Este fin de semana, tras la publicación de la noticia en The New York Times, McClain ha publicado en su cuenta de Twitter un mensaje en el que asegura que no ha hecho nada ilegal y que tenía permiso para acceder a esa cuenta.
«No hay nada de cierto en estas acusaciones. Estamos pasando por una dolorosa separación personal que ahora por desgracia está en los medios de comunicación. Valoro el apoyo que he recibido y me reservo cualquier comentario hasta que termine la investigación. Tengo confianza total en el proceso de la Oficina de Inspección General», ha explicado.
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