Está por iniciar un nuevo período académico en universidades públicas y privadas del país luego de las vacaciones tradicionales del mes de agosto y la preocupación acerca de cuántos alumnos se inscribirán y cuántos estudiantes regulares y profesores volverán a las aulas, ronda la cabeza de los rectores. Así lo reseña 2001.
Los motivos para no regresar están contenidos en una sola frase: situación país a la que no se le ve pronta salida. De allí se derivan la falta de dinero para trasladarse a los centros de estudio, comprar materiales, alimentarse y pagar lo que cuesta una casa de estudios superiores privadas, si es el caso.
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La rectora de la Universidad Nacional Experimental Politécnica Antonio José de Sucre (Unexpo), Rita Añez, le añade lo que definió como una causa más estructural: “Los estudiantes se visualizan como profesionales en un futuro, cómo será su ejercicio, entonces piensan en otros país con más oportunidades donde les vaya mejor y desde donde pueden ayudar más a la familia que se queda en Venezuela y por ello deciden emigrar”, expresó.
Añez indicó que al término del año 2018-2019 la cantidad de alumnos en la Unexpo se había reducido 25%. El porcentaje actual será determinado luego de las inscripciones que comienzan esta semana.
La Unexpo tiene una sede en Caracas (vía hacia El Junquito), Barquisimeto, Puerto Ordaz y Charallave, estado Miranda.
En el caso de los docentes, la rectora dijo que el mayor porcentaje de renuncias (35%) se registra entre quienes tienen menos de cinco años en la universidad, mientras que profesores con 15 años de servicio lo piensan más antes de irse por lo que solo representan entre 5% y 10% de la deserción. Aparte de los bajos salarios y que casi no existen diferencias entre los escalafones en cuanto a dicha remuneración, incentivos como programas de formación e investigación ya no existen.
Apuntó que no cuentan con la cantidad suficiente para cubrir la demanda. “Será un drama suplir a esos profesores que se fueron en el nuevo año. Muchos no has dicho que se van pero no han concretado la renuncia”.
En el Pedagógico de Caracas hay 40% menos de estudiantes (se pasó de 7 mil a 4 mil alumnos ) y 30% menos de profesores. El director Juan Acosta advirtió que todas las carreras han sido afectadas por la situación y se lamentó porque aulas que se veían antes con tres decenas de estudiantes ahora se ven con tan solo 10. Precisó que para el nuevo período hay más de mil inscritos.
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“El maltrato a los profesionales de la educación universitaria en el país ha sido continuado, el salario no llega a 30 dólares el que más gana mientras que en el exterior es de 4 mil a 7 mil dólares. Las quincenas se pagan los días 13 y 27 de cada mes y en agosto solo se pagó el día 20 por lo que deben la segunda quincena. Tanto profesores como alumnos se ven afectados por la falta de comedor, transporte, efectivo, agua y baños sucios”, reprochó.
Para Luis Bravo Jauregui, docente de la Escuela de Educación de la Universidad Central de Venezuela (UCV) e involucrado con las propuestas del Plan País para el sector educativo, es el “hambre lo que está detrás de la salida de estudiantes y profesores de las aulas de clases”.
Dicha escuela es una muestra de la realidad en toda la UCV. Antes de la agudización de la crisis se inscribían entre 5 mil y 6 mil estudiantes, cifra que bajó a no más de 100 en la actualidad, lo que seguirá impactando negativamente en la disponibilidad de educadores en el país.
Jauregui destacó que en atención al Convenio Andrés Bello entre varias naciones, en países como Colombia y Ecuador hay numerosas ofertas para docentes desde preescolar hasta universitarios con buenas remuneraciones “porque saben de la generosidad y calidad de nuestros profesionales”.
No todo está perdido. En las universidades privadas intentan frenar la estampida con ayudas económicas para los estudiantes o con facilidades de pago.
Desde el vicerrectorado administrativo de la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB) se informó que para evitar mayor deserción estudiantil, dicha casa de estudios incrementó su fondo de becas y de 15% de cobertura pasó a 30%, gracias a aportes de egresados y empresas internacionales. Aun así el éxodo de jóvenes se ha calificado como “imparable”.
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En cuanto a la disponibilidad de docentes bajó durante el primer cuatrimestre del año. De 75% anual, en cuanto a profesores a tiempo convencional, pasó a 12%.
Pese al panorama, rectores de universidades públicas aseguran que no todo está perdido. Acosta aseguró que contra viento y marea el Pedagógico seguirá abierto para recibir a los estudiantes. Resaltó que han hecho convenios con empresas privadas para hacer reparaciones por ejemplo de las canchas a cambio de que los trabaja-dores las puedan usar en tiempos de inactividad estudiantil.
Igualmente se ha implementado la creación de grupos de whatsapp y facebook para pasar material de estudio y algunas clases vía online para ahorrar el traslado. En la Unexpo también se recurre a los convenios privados e incluso internacionales, puesto que el contacto con los profesores que emigran no se ha perdido y se han convertido en fuentes de intercambio académico.
“Estamos fortaleciendo contactos en Colombia, Chile y Argentina en áreas de desarrollo. Tratamos de buscar oportunidades en medio de la crisis”, recalcó Añez.
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