1.000 familias damnificadas y siete desaparecidos. Ese es el resultado de la crecida del río Kunana en el asentamiento indígena Toromo en la Sierra de Perijá, que se registró el jueves.
El deslave afectó a fincas y residencias de la zona que, además, se encuentran incomunicadas por puentes y carreteras llenos de tierra, reseñó el diario local Versión Final.
David Parra, comandante del Cuerpo de Bomberos de Machiques, indicó que no es la primera que vez que el siniestro se registra en la región.
El cuerpo bomberil inició mesas de trabajo y un plan técnico para recolectar información sobre los daños y afectados, y poder informarla al país.
Mariluz Romero, cacique mayor del centro piloto Noné, contó que la crecida le tomó de sorpresa cuando estaba descansando. Vieron el agua dentro de la casa y no pudieron recuperar ninguno de sus bienes materiales.
Protección Civil, el Cuerpo de Policía Bolivariana del estado Zulia, la Guardia Nacional Bolivariana y la alcaldesa de Machiques, Betty Sifuentes de Zuleta, están haciendo labores de búsqueda y asistencia de los afectados.
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