México y Uruguay acordaron una nueva hoja de ruta para resolver la crisis política en Venezuela, cuyo contenido no han avanzado, si bien han indicado que «será puesta a consideración de los distintos actores venezolanos».
«Acordamos una propuesta de hoja de ruta, sobre la base de las cuatro fases establecidas en el Mecanismo de Montevideo, que será puesta a consideración de los distintos actores venezolanos», dijeron los gobiernos de México y Uruguay, así como Trinidad y Tobago, en representación de la Comunidad del Caribe, en un comunicado.
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Los firmantes ratificaron su voluntad de «contribuir a que el pueblo venezolano pueda encontrar una solución pacífica y democrática a sus diferencias, a fin de que Venezuela alcance la paz y estabilidad».
«Hacemos un llamado a todos los actores para que retomen la vía de un diálogo amplio, creíble e incluyente, para dicho fin», reclamaron, incidiendo en que este nuevo diálogo debería estar basado en «la imparcialidad y la confianza».
A este respecto, han valorado «medidas de fomento de la confianza, tales como la liberación del diputado Édgar Zambrano», por lo que han hecho un llamado a «la liberación de todas las personas en una situación similar, incluido Roberto Marrero», el jefe de gabinete del presidente encargado, Juan Guaidó.
En la misma línea, han valorado el regreso de los diputados chavistas a la Asamblea Nacional, «como una forma de encauzar el diálogo por la vía institucional y democrática», y, en concreto, «el acuerdo para conformar la comisión encargada de escoger el Comité de Postulaciones Electorales para la renovación del Consejo Nacional Electoral».
Además, los tres países han aprovechado para reiterar su «preocupación por la situación humanitaria en Venezuela, exhortando a todas las partes a garantizar protección de los Derechos Humanos».
Asimismo, han rechazado la invocación del Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca, al ser un instrumento diseñado para detener agresiones entre estados, no para atender situaciones humanitarias. «Condenamos cualquier intento de amenaza o uso de la fuerza, o de cualquier otra acción contraria al Derecho Internacional», señalaron.
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Por último, han reivindicado la disposición del Mecanismo de Montevideo a «acompañar cualquier iniciativa de diálogo incluyente, en un marco de respeto a los principios de no intervención, la igualdad jurídica de los estados, la solución pacífica de controversias, el respeto a los Derechos Humanos, el orden constitucional y la autodeterminación de los pueblos».
El Mecanismo de Montevideo es la tercera vía planteada por Uruguay y México, casi los únicos países de la región que han optado por adoptar una posición neutral ante el pulso que libran Guaidó y Nicolás Maduro por su reconocimiento como presidente legítimo de Venezuela.
Los dos gobiernos han invitado al presidente electo de Argentina, Alberto Fernández, a que se sume al Mecanismo de Montevideo una vez tome posesión del cargo el próximo 10 de diciembre en Buenos Aires. Gustavo Béliz, uno de sus emisarios, ya forma parte del mismo en calidad de observador.
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