El Embajador de Venezuela en Canadá, Orlando Viera-Blanco, atendió una invitación del ilustre Colegio de Abogados de Madrid para exponer sobre la protesta popular como factor de desenlace en los procesos de cambio y transición de regímenes autoritarios a democracias EN LATAM y Europa.
Durante su ponencia subrayó la importancia de los movimientos no violentos en los procesos de restauración libertaria y democrática en Latinoamérica y el mundo. Considerando una data de más de 350 protestas calificadas entre el año 1900 y 2006, pudo medirse que el logro de objetivos de poder por parte de protestas no violentas, fue de un 57 %,, mientras que la efectividad de las protestas no violenta sólo alcanzó un 26 %.
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– La protesta no violenta debe cumplir con ciertas características para generar los quiebres necesarios de la coalición dominante, como ser de carácter masiva, descentralizada, liderazgo múltiple; uso eficaz de los medios de comunicación, RRSS y mecanismos/ estrategias disciplinadas de acción de calle. Venezuela acumula en los últimos tres años 20.000 protestas aproximadamente, lo cual promedia 50 protestas diarias. Para finalizar el año habremos llegado a un aproximado de 15.000 manifestaciones de calle, según lo registra el Observatorio Venezolano de Conflictividad Social [OVCS], expuso.
De igual forma señaló que las principales demandas de los venezolanos son rescate de derechos civiles y políticos, derechos alimentarios, a la vivienda, la seguridad, la salud, los servicios públicos, principalmente luz y agua potable.
“El desbordamiento que provoca una protesta ciudadana masiva, descentralizada, alineada y organizada, es capaz de producir los cortes o quiebres necesarios por desobediencia en la filas gendarmes de la coalición dominante. Primaveras ciudadanas como la tunecina, sudanesa, Egipcia, Filipinas, Bolivia o Turquía fueron capaces de generar cambios de poder autoritario, por ser masivas, instantáneas, consistentes y expandidas en todas las regiones. Venezuela no será la excepción. La conflictividad se mantiene en pie, el liderazgo del presidente Juan Guaidó mantiene elevados niveles de popularidad y capacidad de convocatoria; los factores de conflicto siguen presentes, el caos no cesa, el régimen sigue teniendo graves problemas de respaldo, legitimidad y voluntad eficaz para resolver las demandas básicos de los venezolanos. El régimen es quien se encuentra frágil y vulnerable. No quienes le adversan. Es cuestión de que cada Venezolano tome consciencia del peso de su participación y articulación ciudadana. Ese día, se acaba esta historia de miserias, dominio y saqueo republicano.
Esa fue parte de la intervención del Embajador Viera-Blanco, quien abogó por una mayor unidad e integración de los grupos de oposición al régimen de Caracas.
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