Nicolás Maduro ha logrado exactamente lo contrario de lo que pretendía con el golpe contra la Asamblea Nacional y Juan Guaidó. Fortaleció la unidad de la oposición, dentro y fuera de la Asamblea Nacional. Volvió a colocar a Juan Guaidó en la agenda pública, nacional e internacional, incrementando las muestras de apoyo social, y ratificando la solidaridad de la comunidad internacional.
A pesar de las declaraciones de Vladímir Putin el aislamiento internacional de Maduro se incrementó con esta jugada torpe. Declaraciones críticas del gobierno saliente de Uruguay, del Frente Amplio, así como de los gobiernos de Andrés Manuel López Obrador en México, y de Alberto Fernández en Argentina, todos ellos relativamente cercanos a Maduro, y promotores del establecimiento de mecanismos de diálogo político, dejaron al régimen autoritario en una posición aún más comprometida.
Lee también: Fedecámaras y Conindustria condenan los actos violentos por parte del régimen ocurridos en la AN
Venezuela había venido desapareciendo de la agenda pública mundial, más preocupada por Siria o Irán, y la falta de resolución de la crisis venezolana, su prolongación en el tiempo, la había convertido en rutinaria. Y lo noticioso se opone a lo rutinario.
Con este gesto Maduro y Luis Parra volvieron a colocar a Venezuela en la opinión pública, y en la agenda de las cancillerías occidentales, ratificando el carácter autoritario del régimen venezolano, y reconociendo que el verdadero liderazgo opositor se encuentra todavía en manos del joven Juan Guaidó y de la mayoría opositora que domina la Asamblea Nacional.
Para leer la nota completa pulse AQUÍ
Si quieres recibir en tu celular esta y otras informaciones descarga Telegram, ingresa al link https://t.me/albertorodnews y dale click a +Unirme.