“Los venezolanos estamos obligados a aprender las lecciones de estas dos últimas décadas. Las Fuerzas Armadas de una nación democrática no deben ser politizadas, ellas deben asegurar la paz y contribuir a crear las condiciones para el desarrollo del país y el bienestar de los ciudadanos”, asegura a Infobae el general de División retirado del Ejército Gonzalo García Ordóñez, quien fue jefe del entonces Comando Unificado de la Fuerza Armada Nacional (Cufan), hoy transformado en Comando estratégico Operacional (Ceofanb).
Por Sebastiana Barráez / Infobae
Egresado de número 12 en la promoción 1973 “General en Jefe Justo Briceño Otalora”, se convirtió en un oficial respetado en la institución castrense, donde ocupó cargos relevantes. En noviembre del 2002, el entonces presidente de la República, Hugo Chávez Frías, lo pasó a retiro, según Resolución DG 18929, publicada en la Gaceta Oficial Número 37.566.
El argumento para pasarlo a retiro fue “por abandonar el cargo que venía desempeñando como embajador plenipotenciario de Venezuela ante la República de Bolivia, a pesar de la advertencia que le hizo el entonces canciller Luis Alfonso Dávila García», hecho que ocurrió durante el golpe de Estado del 11 de Abril del 2002 (11A).
General, ¿cuándo cree usted que ocurrió el punto de quiebre en la Fuerza Armada que la llevó a ser esa institución de hoy, desdibujada, sin tener clara sus funciones y su razón de ser?
Hugo Chávez Frías llegó con un plan para someter a su voluntad a la Fuerza Armada Nacional, consiguió resistencia en el Generalato y Almirantazgo de la época, con algunas excepciones que todos conocemos. La decantación masiva después del 11A le dio paso, a quienes con Chávez habían conspirado para destruir lo conocido, activando el plan de destrucción de una Fuerza Armada al servicio de la nación y ahora colocarla al servicio de un proyecto ideológico asociado al Castrocomunismo. A partir del 11A el debilitamiento institucional en Venezuela fue acelerado.
Muchas personas insisten en que sea la Fuerza Armada la que actúe para dirimir la polarización entre chavismo/gobierno versus oposición. ¿Qué consideración le hace a esa posición?
Desde que Hugo Chávez se uniformó por primera vez, ya siendo Presidente, en Guasdualito, estado Apure, nació la alarma sobre el rol de la Fuerza Armada en su gobierno. El tiempo ha demostrado que los venezolanos tenían razón al encender esas alarmas. Los venezolanos llevan años reclamando a la Fuerza Armada y al gobierno el deber que tienen de cumplir con la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela (CRBV) y las leyes de la República, es decir, ajustarse al cumplimiento del artículo 328. Asignarle, aún en tiempo de crisis, el rol de árbitro político a la FAN no es recomendable. Ese sería el camino fácil que plantaría la semilla de la inestabilidad y/o tutela militar.
¿A qué atribuye que los militares activos no reaccionen ante lo que ocurre con militares activos o retirados, que son torturados, violados sus derechos humanos e irrespetado el debido proceso en los juicios que se les siguen por razones políticas?
El pilar fundamental, para que la democracia funcione es la correcta aplicación de la ley, es decir, la existencia del sistema judicial que imparta justicia. Cuando la condición anterior no existe, la amenaza es efectiva. Los militares activos, al igual que el resto de la población, están amenazados y la amenaza es efectiva debido a que la justicia está politizada y actúa favoreciendo los objetivos e intereses de una parcialidad.
Hay quienes sostienen que es la Fuerza Armada el soporte de Nicolás Maduro en el poder. ¿Comparte esa apreciación?
Difiero de quienes opinan que es la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) la que sostiene a Nicolás Maduro. La FANB y los Organismos se Seguridad de Estado son entes operativos que están actuando bajo el paraguas de un Poder Judicial que no imparte justicia imparcial, es una justicia politizada, por lo tanto, no es justicia. El verdadero soporte de Nicolás Maduro es el poder judicial. Si la justicia en Venezuela se aplicara correctamente, todo sería diferente.
General García Ordóñez, ¿por qué los militares permitieron el desprestigio de la institución castrense? ¿Por qué prefirieron el desprecio en lugar del respeto y admiración de la que antes gozaban?
En nuestra época, plena vigencia de la democracia, la FAN fue la institución de mayor prestigio en la Nación. ¿Qué cómo llegó a los niveles actuales? Hay que preguntárselo a quienes han tenido la responsabilidad de conducir la Fuerza Armada a los niveles actuales.
¿Usted cree que la Milicia fue un invento de Chávez para socavar a la Fuerza Armada? ¿Y por qué lo hizo?
Si bien Hugo Chávez tenía un plan para someter a su voluntad a la Fuerza Armada, él no encontró las condiciones adecuadas para hacerlo, por lo que tuvo que entrar a un proceso más lento. Es (el general de División) Alberto Muller Rojas quien crea la idea de contar con una fuerza popular que acompañe a la guerra asimétrica y que, además, impida que las FANB pueda alzarse contra el gobierno. La Milicia, además de todo lo que conocemos, también es el escudo que usan para desviar la atención sobre la operatividad de la FANB. El uso de la Milicia en los procesos electorales es muy delicado. «Los millones» de milicianos pueden ser convertidos en «votos disciplinados «. Hugo Chávez fue una persona con grandes habilidades y debilidades, que no entendió los males de la doctrina de guerra popular maoísta.
Desde que recuerdo la Fuerza Armada venezolana siempre tuvo una posición antiguerrilla en defensa del territorio y la soberanía. ¿Qué explica que ahora no solo sean tolerantes con los grupos irregulares, sino que en el caso de la guerrilla incluso les presten apoyo o lo reciban de ellos, especialmente del Ejército de Liberación Nacional (ELN)?
Dentro de las amenazas a la soberanía e integridad del territorio siempre se evaluó a Cuba Comunista como una amenaza. Para los asuntos limítrofes y defensa integral de la nación, la Fuerza Armada estaba organizada y entrenada. La amenaza comunista era de otra naturaleza de allí que para contenerlas fueron creadas las unidades de Cazadores y Fuerzas Especiales, que actuaron con éxito y la guerrilla fue derrotada. Ahora bien, la naturaleza ideológica de los gobiernos de Hugo Chávez y ahora de Nicolás Maduro trajo otro tipo de aliados y socios, por lo que la doctrina de guerra popular, asimétrica, no es la adecuada para enfrentar este tipo de amenaza.
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