La mañana del 7 de mayo de 2018, como todos los días, Maribel del Carmen Cornieles Carrillo llegó temprano a la farmacia San Roque, en el sector Longaray en la parroquia caraqueña El Valle, a buscar las verduras y hortalizas que vendía en un puesto informal en la calle. Su cuñado, Fernando Sayago le permitía guardar la mercancía en ese establecimiento.
Pero ese día a los pocos minutos de haber entrado a la droguería, apareció en el lugar Leidys Giovanny Gil Muñoz, de 44 años de edad, quien tras sostener una discusión con Cornieles Carrillo, le disparó en la cabeza y luego se quitó la vida.
Gil, había sido pareja de Maribel Cornieles por escasos tres meses. La víctima tenía 37 años de edad y era madre de dos hijos, de 13 y 9 años.
Este fue uno de los seis femicidios que ocurrieron en la parroquia El Valle entre 2017 y 2019 y uno de los 46 acaecidos en los cinco municipios de la Gran Caracas y el estado Miranda, en el mismo periodo: Municipio Libertador, Baruta, Chacao, El Hatillo y Sucre.
“Femicidio es definido como “la muerte violenta de mujeres, por el hecho de ser tales” o “asesinato de mujeres por razones asociadas a su género”. Así, “el femicidio surge a partir de la insuficiencia de repercusión que tendría el femicidio para dar cuenta tanto de la misoginia presente en esos crímenes y la responsabilidad estatal al favorecer la impunidad de éstos”, explica en su sitio web el colectivo feminista latinoamericano, Cotidiano Mujer. Agrega además que ambos términos tienen un elemento en común: la impunidad.
Las cifras obtenidas de Monitor de Víctimas en los últimos tres años indican que los femicidios han aumentado en 46%, mientras que los homicidios a mujeres en la capital del país han disminuido en 27%. Se totalizan 207 homicidios a mujeres, de los cuales 46 son femicidios, es decir, representan un 22%.
Magdymar León, psicóloga clínica y coordinadora de la Asociación Venezolana para una Educación Sexual Alternativa (AVESA), explica que la violencia contra la mujer ha aumentado, por un lado, por razones vinculadas a la crisis humanitaria en el sentido de que las mujeres están cada vez más vulnerables económicamente frente a los hombres, pero también por razones culturales.
Argumenta que en el caso de que un grupo familiar tenga dificultades de transporte y los ingresos que obtiene son muy pocos, las mujeres suelen tomar la decisión de quedarse en casa ya que se mantiene la visión de que el hombre es el que sale a trabajar. Esto, explica León, hace más vulnerable económicamente a la mujer frente a su pareja y además restringe un poco los vínculos sociales y amistades, por lo que aísla más a la mujer y se va generando una brecha de género.
“En otras condiciones, ambos saldrían a trabajar o incluso la mujer, estando en casa, tenía mayor acceso a trabajos informales que le generaban algún tipo de ingreso económico. Esto con la crisis ya no es posible”, dijo la coordinadora de Avesa.
Patrones de asesinatos a las mujeres
Los datos de Monitor de Víctimas también reflejan que la mayoría de los casos de femicidios son perpetrados por conocidos, como fue el caso de Maribel Cornieles.
De los 46 casos, entre 2017 y 2019, sólo siete fueron a manos de desconocidos. El 80%, 37 de los femicidios en Caracas ocurrieron a manos de cónyuges, familiares o amigos.
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