«Tu mejor compañero sexual sos vos mismo. Masturbarte, no te vas a contagiar coronavirus, especialmente si te lavás las manos y limpiás tus juguetes sexuales con agua y con jabón durante al menos veinte segundos». Es el consejo del Departamento de Salud de la Ciudad de Nueva York, en una guía publicada días atrás para orientar a los neoyorquinos a la hora de tener relaciones sexuales en tiempos de pandemia.
¿Qué sucede en la Argentina? Todavía el Ministerio de Salud de la Nación ni de la Ciudad se han expedido, aunque deslizaron off the record que «todavía no tenemos a nadie para que se refiera a este tema». También respondieron: «Estamos con las energías puestas en otras cosas más prioritarias«.
Desde la Sociedad Argentina de Sexualidad Humana (SASH) lo que está ocurriendo en ciudades como Dublin y Nueva York «es muy saludable la iniciativa porque se empieza a hablar de algo opacado y poco tenido en cuenta de la sexualidad como lo es la masturbación. Y en tiempo de cuarentena, la autosatisfacción permitiría enfocar la sexualidad desde otro lugar y no exponerse en función del deseo sexual», reflexiona la sexóloga clínica Claudia Derossi.
También psicóloga recibida en la UBA, la profesional entiende que «la cuarentena producirá una reivindicación de la algo devaluada masturbación, «sin dudas volverá a ser revalorizada porque se transformaría, de acatar todos, en un intercambio sexual con uno mismo, pero también con el otro, porque uno puede estar compartiendo el acto masturbatorio con otra persona, lo que ayudaría a descubrir aspectos nuevos de nuestra personalidad».
Derossi cree que el aislamiento social obligatoria surge como «una gran oportunidad para la pareja de empezar a hablar del sexting, del sexo virtual o de la masturbación, entender que estamos viviendo un tiempo distinto en el que estamos adaptándolo todo, no sólo nuestro trabajo… Y el sexo no debe ser la excepción, ya que emerge otra manera de nutrir la fantasía, además de que existe una necesidad de descarga y de contacto con el propio cuerpo».
También ahonda en la comunicación virtual como un elemento extra que «ayudaría a estimular el deseo, lo cual permitirá conocer aún más a la otra persona, jugar con sus fantasía y hasta lograr un deseo más intenso», remarca Derossi, sexóloga acreditada por FLASSES, Federación Latinoamericana de Sexología y Educación Sexual, quien dice que «no me imagino al ministro Ginés González García haciéndo público esta iniciativa, pero sí anunciando que un grupo de especialistas de la salud sexual ofrecerá algunas recomendaciones».
«La masturbación es un recurso siempre recomendado y nunca debe ser descartada a lo largo de la vida, porque de alguna manera es hacer el amor con uno mismo, satisfaciendo los deseos a partir de estímulos internos como recuerdos y fantasías, o externos, como imágenes y pornografía, o hacer sexting con alguien que conlleve a la excitación y al deseo», analiza Viviana Carusso, sexóloga clínica y terapista cognitiva.
Miembro del SAHS, Carusso no recomienda «apelar a la masturbación como salida catártica para atenuar la tensión y la angustia de estos días y por lo que sobrevendrá, ya que no estaríamos hablando de un acto sexual sensual y satisfactorio, sino que se estaría utilizando a la masturbación como una actividad meramente para descargar como vía de escape y no es lo más aconsejable».
Carusso cree que hoy el ministerio «está abocado a los recursos hospitalarios y a la disposición de los elementos necesarios para afrontar la pandemia y los contagios. Creo que hoy es un tema de agenda la sexualidad, que siempre es un tema importante y de alguna manera se hace hincapié en el ‘quedate en casa’, aludiendo también a la sexualidad ocasional, sin entrar en especificidades. Cualquier información desde el Gobierno sería bien recibida, pero hoy se aborda lo macro dentro de la pandemia».
No cree que se la resignifique, pero Carusso entiende que «en estos tiempos que nos tocan, la masturbación sería el acto más saludable y seguro, sin ningún tipo de consecuencia negativa. Es una más que válida manera de disfrutar de la vida sexual, se tenga una libido alta o baja. Revalorizarla no sé, pero sí sería útil informar que se trata de un acto saludable que debe partir del deseo y la satisfacción para que conlleve al placer y a la gratificación».
La popular sexóloga Alessandra Rampolla dice que ella viene defendiendo a la masturbación hace veinte años «cuando se la castigaba por demás. Siento mucho lo que está sucediendo en el mundo con este virus, pero bienvenida sea la resurrección de la autosatisfacción en tiempos en los que hasta dar un beso puede ser peligrosamente contagioso».
Rampolla siente que esta cuarentena «no es una oportunidad para meterse en la cama con la pareja y hacerse un festín, porque suele ocurrir que una de las dos personas circula ya sea para ir a trabajar o para hacer las compras y termina exponiéndose al contagio», puntualiza la mediática conductora puertorriqueña, que se encuentra en Buenos Aires.
«Como sexóloga estoy convencida que abstraerse del acto coital es una expresión de amor inmensa hoy en día. Aprovechemos la ocasión para echar a rodar la fantasía con la imaginación, el sexting, la tecnología que es tan generosa, practicando la autosatisfacción. No hay que tener prejuicios, hay que eliminar tabúes, hoy es la práctica más segura y libera tensiones y aumenta un 30 por ciento la producción de inmunoglobulina A, uno de los principales anticuerpos del organismo en sangre, además de incrementar las células T y B, encargadas de la defensa específica del sistema inmune», detalla Rampolla.
Defensora a ultranza y estudiosa de esta práctica, la también escritora afirma que «la masturbación tiene un montón de beneficios a nivel físico y un efecto conciliador con el sueño, cuando estamos atravesando una época de tensión, ansiedad y angustia que nos deja insomnes. Hay que abrazarse con entusiasmo a la esta práctica, sin pruritos, es tan importante como necesario y repito, una oportunidad única pero difícil de crecimiento para una pareja».
Sexólogo y médico psiquiatra del Hospital Durand, Adrián Helien no piensa lo mismo, no cree que sea una buena idea que «el Estado se meta en tu cama, sobre todo en estos momentos tan complicados. Realmente, si una pareja conviviente, que está segura de no tener síntomas relacionados al coronavirus, no debería dejar de tener relaciones sexuales«.
No lo ve viable en una pareja estable, este miembro de la Asociación de Psiquiatras Argentinos, porque «es imposible aislarse dentro del aislamiento. Estamos en medio de una sucesión de prohibiciones indigeribles, por lo que no creo que nuestra sociedad pueda tolerar masturbarse y dejar de tener un vínculo coital con su pareja. Sí lo entiendo para personas con relaciones ocasionales, para gente que está sola o practica el poliamor», enfatiza.
Para Helián «tiene que ver responsabilidad en la pareja y tomar todos los recaudos para estar relativamente tranquilos, sabiendo que hay riesgos que habrá que asumir pero dentro de medidas de bioseguridad. No me imagino al Ministerio de Salud bajando línea al respecto y menos a nuestra sociedad acatando». Finalmente, el especialista entiende que «la autoestimulación está volviendo a recuperar un terreno que había perdido ya sea porque se la ignoraba o porque generaba vergüenza. Hoy se la reivindica ya que aborda la autoexploración del cuerpo y la producción del propio placer».
Para el psicoanalista Andrés Rascovsky, en cambio, «la sociedad lo aceptaría de buen modo si existiera desde el Ministerio de Salud una manera delicada y adecuada de informar que en tiempos de pandemia no son recomendables las relaciones sexuales. Creo que nuestra sociedad está cambiando mucho y confío que, viendo lo que está pasando en otros países, al menos escucharía, tomaría nota».
Rascovsky piensa que «hay que reinventarse también en el sexo, son tiempos en los que hay que limitar lo riesgos y urge preservarse, por lo que la pasión sexual tiene que verse disminuida. ¿Cómo? La masturbación es una alternativa oportuna, pero también tenemos que saber que existen muchos prejuicios y tabúes al respecto. En esto también deberá ir cambiando la sociedad, porque los cuidados habrá que tomarlos cuando se levante la cuarentena, por eso creo que si el Ministerio de Salud lo sabe divulgar por las redes, puede surtir efecto».
No obstante, el psicoanalista concluye que advierte una gran disminución del encuentro erótico «porque la angustia y la incertidumbre son las sensaciones que predominan en nuestra mente, por lo que nos está costando mucho conectar con nuestro deseo sexual. Habrá que ver qué sucede si se extiende otra vez el aislamiento, yo creo que la gente lo irá asumiendo y volverá a tener frecuencia sexual».
Directora de PK Escuela de Sexo, asesora y especialista en juegos eróticos, Paola Kullock dice que «siempre es una buena noticia que la gente se masturbe y en lo personal, en mis clases, en mis charlas, yo soy una promotora de que la gente se toque con el otro, celebro la masturbación en una sociedad que la mira de reojo, le cuesta hacerlo», sostiene quien revela que, en lo que va de la cuarentena, lo hizo 17 veces. «Las voy contando, claro».
Seguramente, siente Paola, lo que sucede en Nueva York y Dublin sea replicado en otras sociedades europeas, «no sé qué puede pasar en nuestra sociedad, pero todo juego sexual que no se exponga a otra persona es bienvenido para pasar el tiempo y hacer que el encierro pase más rápido. Hay un montón de juegos y fantasías, tecnología mediante, que pueden reemplazar al sexo con roce«.
Escritora de relatos porno y creadora de un espectáculo teatral erótico, para Kullock «es una ocasión inmejorable para instalar definitivamente la masturbación en la vidriera, cuando sabemos que los besos, la respiración y el toqueteo en determinadas zonas puede ser un riesgo. Saquémonos las censuras, las etiquetas, las inhibiciones, y probemos con el otro; nos vamos a dar cuenta de que la podemos pasar bárbaro».
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