La inhalación de óxido nítrico (NO) mediante un nuevo dispositivo puede ayudar a la «oxigenación y desinfección» de los pulmones de los enfermos de COVID-19 y a la vez a no sobrecargar los necesarios y escasos respiradores mecánicos, afirma a Efe el especialista en neumología de origen cubano Roger Álvarez.
Ivonne Malaver / EFE
Tan pronto fue aprobado por la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) de EE.UU. como una de las terapias de «emergencia» ante la crisis del nuevo coronavirus, Álvarez, de la Universidad de Miami, estrenó la semana pasada el sistema de óxido nítrico inhalado INOpulse (iNO).
En una entrevista con Efe, el neumólogo del Sistema de Salud de la Universidad de Miami (UM) subrayó que el uso de este pequeño dispositivo portátil ha demostrado mejoras cardiopulmonares y la posibilidad de prevenir el deterioro en pacientes con COVID-19.
La facilidad de administración de iNO puede además disminuir significativamente la carga sobre los terapeutas y las enfermeras a medida que combaten esta pandemia con recursos limitados.
Estudios anteriores han demostrado que los tratamientos con óxido de nitrógeno (NO) ayudaron a comienzos de este siglo a pacientes con el Síndrome Respiratorio Agudo Severo (SARS1), el cual tiene «amplias similitudes genéticas con el COVID-19», agregó.
EL PRIMER PACIENTE TRATADO
A partir del pasado 26 de marzo, Álvarez trató en la Escuela de Medicina Miller de la UM a un hombre contagiado de COVID-19 que no podía respirar.
A los cinco días ya estaba en su hogar, algo que el profesor de neumología, que por razones de privacidad no puede revelar datos del paciente, aclara que puede haber sido por sí mismo, como ocurre en algunos casos.
Sin embargo, este paciente «estaba empeorando y tenían niveles bajos de oxígeno y muchos pacientes como esa persona necesitan el respirador».
EL ÓXIDO NÍTRICO
El óxido nítrico (NO) es un gas incoloro que produce el cuerpo y que «se administra a través de los pulmones para ayudar a relajar y abrir las arterias y los vasos sanguíneos dentro del pulmón», explica Álvarez.
El NO entra por el aire a través de inhalaciones y abre las arterias en las áreas del pulmón que están mejor ventiladas, aumentando la cantidad de oxígeno, agregó.
«Su trabajo es llevar oxígeno del aire a la sangre», precisó sobre esta «terapia de rescate» que se usa regularmente cuando las personas están gravemente enfermas y conectadas al respirador.
También disminuye el estrés que se produce en el corazón como resultado de una enfermedad pulmonar severa al no poder bombear la sangre.
«Mejora el flujo sanguíneo a través del pulmón, mejora la oxigenación», indicó.
EL USO DE INOpulse (iNO)
La innovación en el uso de óxido nítrico es el dispositivo portátil, desarrollado por Bellerophon Therapeutics, que evita además monitorear la toxicidad en una unidad de cuidados intensivos, ya de por sí saturadas por la pandemia actual de COVID-19.
El neumólogo dijo que el iNO, del tamaño de una cartera pequeña, no suministra óxido nítrico continuamente sino a través de pequeños pulsos cada vez que el paciente lo necesita.
El dispositivo permite dárselo a las personas con una gravedad menor, pero que de todos modos requieren respiradores.
Señala que es un tratamiento muy apropiado para el COVID-19, teniendo en cuenta que esta pandemia se caracteriza por «los bajos niveles de oxígeno».
Un paciente puede estar bien despierto y hablando, «respirando una cantidad normal de respiraciones por minuto, pero con niveles de oxígeno demasiado bajos para mantener la vida», lo que requeriría de inmediato un respirador, dijo.
Aplicado de forma apropiada y controlada es un tratamiento «seguro y bien tolerado», indicó, pero advirtió que en altas dosis puede causar irritación en los pulmones.
Igualmente dijo que «en teoría» puede interactuar con otros medicamentos, el principal es la nitroglicerina, y podría causar presión arterial baja.
PULMONES, EL CENTRO DE LA PANDEMIA
Para el neumólogo lo más «terrible» de esta enfermedad es que ataca a la mayoría de las personas de una manera leve, lo cual hace que se expongan y contagien a los demás.
El SARS1, por el contrario, es una enfermedad que produce efectos graves y por eso mismo, sus pacientes están en hospitales y no están contagiando a tanta gente.
En el caso del COVID-19, al estar conscientes los pacientes, porque lo único que tienen mal son los pulmones, ha sido «difícil» verlos asustados. «Su mente está completamente clara y se dan cuenta de lo que les está sucediendo y tienen miedo», dijo.
En lo que refiere a los pulmones, el neumólogo indicó que una forma de enfrentar este tipo de virus nuevos es, entre otras, evitar el cigarrillo y tratar la presión arterial alta.
Precisó, por otro lado, que los hombres parecen ser los más afectados por el COVID-19.
«Los hombres parecen verse afectados aproximadamente el doble que las mujeres con esta enfermedad por razones que no están claras. Parece ser cierto y no se trata solo de fumar», indicó.
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