Soñaba hace pocas semanas Deyna Castellanos con celebrar su primer gol en España. Colocando el balón en la red quería dar un paso más en su adaptación al Atlético de Madrid y al fútbol profesional, pero la pandemia de coronavirus interrumpió los avances sobre el césped de la joven atacante venezolana.
España es una de las regiones más afectadas por la COVID-19 y, a raíz de las restrictivas medidas impuestas por las autoridades, la realidad de la prometedora jugadora rojiblanca se vio alterada.
Clausurado el Centro Deportivo Wanda, en Alcalá de Henares, Deyna Castellanos debió cambiar los entrenamientos con el equipo colchonero por sesiones individuales en su casa. Ahí celebró, por ejemplo, su vigésimo primer cumpleaños o el acuerdo que la convertía en imagen de la firma deportiva Nike.
“Sus historias y mensajes en más de una ocasión fueron fuente de esperanza para perseguir mi sueño de ser futbolista profesional. Hoy, como parte de su familia, me llena de felicidad saber que tengo la oportunidad de inspirar y empujar por un mundo mejor“, escribió entonces en su perfil de Instagram.
Este sábado Deyna Castellanos pudo retomar su propio relato. Es el primer día desde la declaración del estado de alarma que el Gobierno de España permite la práctica de ejercicio al aire libre, en franjas horarias de 6.00 a 10.00 y de 20.00 a 23.00 en municipios de más de 5.000 habitantes.
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