El Gobierno brasileño extraditó este jueves 14d de mayo, a Argentina al exmilitar argentino Gonzalo Sánchez, acusado de crímenes de lesa humanidad durante la última dictadura en su país (1976-1983) y que estaba prófugo desde hacía varios años en Brasil, informaron fuentes oficiales.
EFE
Sánchez, arrestado el pasado lunes en la ciudad histórica de Paraty (estado de Río de Janeiro) a petición de la Interpol, fue trasladado este jueves por agentes de la Policía Federal hasta Foz do Iguazú, en la frontera entre ambos países, y entregado a las autoridades argentinas, informó el Ministerio de Justicia y Seguridad Pública en un comunicado.
El exmilitar, de 69 años y conocido con el apodo de Chispa, fue extraditado con base en una petición presentada por el Gobierno argentino en diciembre de 2011 y que ya había sido aprobada por la Corte Suprema de Brasil.
En la petición, formulada al amparo del Tratado Bilateral de Extradición firmado por ambos países en 1961, las autoridades argentinas acusan al exmilitar de los delitos de tortura, homicidio, secuestro y encarcelamiento privado.
«Tales crímenes habrían sido cometidos entre 1976 y 1983, período en que Gonzalo Sánchez fue oficial de la Marina de Argentina y estaba adscrito a la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA)», según el comunicado del Ministerio de Justicia.
Sánchez fue uno de los militares del equipo de operaciones del Grupo de Tareas de la ESMA, donde funcionó el mayor centro de detención ilegal de Argentina en la dictadura, y se le investigaba por varias causas, entre otras, el secuestro del periodista y escritor argentino Rodolfo Walsh.
El exmilitar se encontraba prófugo en las investigaciones sobre los crímenes de lesa humanidad cometidos en el ámbito de la ESMA durante la dictadura, desde la cual se estima que hay 30.000 personas desaparecidas, según organizaciones de derechos humanos.
Al Grupo de Tareas de la ESMA también se le atribuyen los llamados «vuelos de la muerte», en los cuales las personas secuestradas eran arrojadas desde aviones a aguas del Atlántico Sur.
Argentina había solicitado su extradición en 2011 porque Sánchez debía ser indagado en la causa de la ESMA, así como en otras relacionadas con la privación ilegal de la libertad de personas como Walsh y Dagmar Ingrid Hagelin.
«Chispa» fue detenido en Brasil en 2013 con base en esa petición de extradición y pasó a cumplir arresto domiciliario tres años después, pero se le consideraba prófugo desde 2019, cuando la Corte Suprema autorizó su extradición.
Según el Ministerio de Justicia, la Corte Suprema de Brasil aprobó su extradición, pese a que parte de los delitos que se le imputan están prescritos para la legislación brasileña, debido a que el crimen de secuestro es considerado de naturaleza permanente mientras que la persona secuestrada permanezca desaparecida.
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