El ex ministro de Estado del segundo gobierno de Carlos Andrés Pérez, Miguel Rodríguez, explicó que los sucesos del 27 de febrero de 1989 no comenzaron por el aumento de la gasolina sino por el aumento del pasaje urbano en Guarenas.
“El aumento del precio de la gasolina no produjo ninguna reacción. Las protestas de febrero de 1989 fueron provocadas por el aumento del 100% en el precio del pasaje en Guarenas. Cuando se encarga el gobierno, esto es, 25 días antes del estallido, los transportistas plantean que hay que aumentar el precio del pasaje en un 100%, porque tenían tres años con los precios congelados”.
“Convinimos en hacer un aumento de salarios del 30%, en marzo y encomendamos al ministro de Transporte y Comunicaciones, Gustavo Rada, negociar con los transportistas un aumento del pasaje para el 1º de abril de 1989 de un 30%, y que después vendrían otros aumentos graduales. Todas las asociaciones de transportistas del país hicieron un acuerdo con el ministro Rada, sobre la base de que en marzo serían los aumentos de salario y ya en abril la gente podría afrontar el de los pasajes”.
“El problema ocurrió cuando, el 27 de febrero, una sola asociación de transportistas, la de Guarenas, desconoció el acuerdo con el ministro de Transporte y aumentó el 100% el pasaje a Caracas”.
Rodríguez culpó al gobierno de Lusinchi por haber congelado los precios de los pasajes.
“Culpo a la irresponsabilidad con que se gobernaba (hablo en pasado porque lo presente no es siquiera gobierno, es criminal) a Venezuela. Eso de haber congelado los precios del pasaje. Pero el caso es que ellos han debido esperar al momento acordado para subir sus tarifas. A eso hay que añadirle que en Venezuela había un grave desabastecimiento de artículos de primera necesidad. Yo era ministro y en mi casa no había leche en polvo, y así otra cantidad de cosas básicas”.
“Eso se debía a que se habían acumulado las cartas de crédito, se habían agotado las existencias y se había anunciado que vendría un aumento de los precios (no es de descartar que hubiera habido acaparamiento). Ya eso se estaba sufriendo. Quizá por eso, la primera reacción fue saquear los supermercados y se terminó, lamentablemente, por el expolio de televisores y equipos de sonido. En el contexto, por cierto, de una huelga de policías encabezada por Freddy Bernal.