Todo o casi todo en Corea del Norte tiene un mismo creador: Kim Il-sung, el fundador de la dictadura y también el abuelo de Kim jong-un. La misteriosa Oficina 39 también fue su idea.
Oficialmente llamada Oficina 39 del Comité Central del Partido del Trabajo de Corea, esta organización secreta se puso en marcha en la década del 70 para recaudar fondos para las arcas reales. Con sus ingresos, la dinastía de los Kim logró mantener los lujos y caprichos exóticos, y también sus peligros programas nucleares.
Es que Kim Jong-un gusta de lo extravagante y brillante… Después de semanas de misterios -con incluso rumores que lo daban por muerto- se cree que el dictador está recluido en su complejo de lujo en Wonsan, uno de sus 17 palacios, que cuenta con su propio estadio deportivo y una pista de aterrizaje privada. También tiene su propia estación de tren debajo de su palacio de Pyongyang, un yate de lujo y una flota de Mercedes de alta gama.
Y además de vivir como pocos viven en el mundo, el norcoreano ha construido un arsenal de alrededor de 30 armas nucleares y miles de armas químicas y biológicas.
¿Cómo logró el lujo y las armas como se sabe que el país vive en constante crisis económica y niveles alarmantes de pobreza para la mayoría de su población? Gracias a la Oficina 39
Dirigida por la hermana del dictador, Kim Yo-jong -la misma que se señala como su posible sucesora- la Oficina 39 es un departamento misterioso cuyo único propósito de recaudar dinero por cualquier medio posible.
Según detallan The Sun y la CNN, el listado de actividades clandestinas a las que se dedica es gravísimo. Incluye contrabando de oro, narcotráfico, falsificación de todo tipo de productos )incluso medicamentos) y ciberpiratería. Según los expertos de la inteligencia de los EEUU, la Oficina 39 recauda entre 500 y 2.000 millones de dólares al año, asegura The Sun.
“La Oficina 39 es una organización para conseguir divisas para el líder”, dijo un desertor a la cadena norteamericana ABC news. “En Corea del Norte lo llamamos el ‘fondo revolucionario’”, agregó.
Drogas, medicamentos falsos, falsificaciones y ciberataques
El medio británico asegura que el KIm Jong-un contrató químicos japoneses para para producir anfetaminas y opiáceos que luego se venden en Japón, China y otras partes de Asia.
En 2003, recuerda el diario, las autoridades australianas incautaron de un cargamento norcoreano de 150 kilogramos de heroína, por valor de 25 millones de dólares, a bordo del buque coreano Pong Su. Según el experto en Corea del norte, el profesor norteamericano Robert Kelly, “el tráfico de drogas es una de las principales fuentes de ingresos del régimen de Kim”.
Además de narcóticos, la Oficina 39 está también acusada de fabricar medicinas falsas. De hecho, la dictadura ha estado implicada en varios incidentes relacionados con viagra falso, entre ellos el arresto en 2004 de un hombre vinculado a Pyongyang con 4.000 píldoras falsificadas. En un informe de 2005 sobre Corea del Norte, Japón afirmaba que Corea del Norte estaba produciendo pastillas de viagra falsas en fábricas de Chonglin, para su venta en Hong Kong (China) y el Oriente Medio.
Durante las últimas décadas, la misteriosa organización también se hizo famosa por lograr la falsificación más exacta del mundo del billete de USD 100. Se cree que llegó a circular 100 millones de dólares en billetes falsos, según un informe de la profesora Balbina Hwang, de la Universidad Americana, con un rendimiento estimado de 20 millones de libras al año. La fiesta se terminó para Norcorea cuando en 2013 se rediseñó el billete.
Otra supuesta fuente de ingresos son los productos falsos que se hacen pasar para evitar las duras sanciones impuestas a las exportaciones norcoreanas. Hay imitaciones de todo, bolsos, lapiceras, relojes e incluso cigarrillos. Según The Sun, Corea del Norte recauda 150 millones de dólares al año con estos productos piratas.
El régimen, además aprovecha la extensísima frontera con China para contrabandear un sinfín de productos, incluso oro. “Exportamos todo lo que pudimos – oro, joyas, productos agrícolas – todo lo que vendimos para obtener dinero para él”, explicó a ABC el desertor, que fue asignado a la empresa comercial Kumgang para vender ginseng, piedras preciosas y oro de diferentes lugares de Asia.
Afirmó que las sanciones de las Naciones Unidas que prohíben la mayoría de las exportaciones de Corea del Norte se desvían fácilmente. “Sólo hay que cambiar los nombres de las empresas y tener sucursales en otros países. Es fácil operar en China. La frontera tiene mil kilómetros y está abierta de par en par, así que es fácil pasar de contrabando cualquier cosa”, agregó.
Otro de las actividades ilegales es el tráfico de armas. Desde 2006 y como respuesta a los ensayos nucleares, la ONU prohibió a Corea del Norte el lucrativo comercio de armas. Pero la Oficina 39 habría encontrado cómo seguir con el lucrativo negocio: empresas aparentemente legítimas como fachada y venta de armas a través de embajadas.
Un informe de las Naciones Unidas de 2014 reveló que las armas norcoreanas fueron compradas por Siria, Myanmar, Eritrea, Tanzania, Etiopía, Somalia e Irán.
Desde entonces miles de armas norcoreanos fueron confiscadas en el mundo. Hace siete años un barco que transportaba armas y partes de misiles fue retenido en Panamá. “Se cree que sus propietarios, Chongchongang Shipping, son una empresa tapadera de la Oficina 39”, asegura el diario británico.
En 2016, los Estados Unidos rastrearon un barco que navegaba bajo la bandera de Camboya, con una tripulación norcoreana, que navegó de Corea del Norte a Egipto llevando armas por valor de 25 millones de dólares. El cargamento Incluía 24.000 granadas propulsadas por cohetes y componentes para otras 6.000.
Y la última incorporación al listado de delitos de la misteriosa organización fue la ciberpiratería. Las autoridades norteamericanas sospechan que el ejército de hackers de Kim Jong-un intentó robar a Reserva Federal y que orquestaron el famoso ataque de rescate “Wannacry”, que golpeó a millones de computadoras en todo el mundo y paralizó brevemente al Servicio Nacional de Salud de Gran Bretaña.
Como todo en Corea del Norte, también la Oficina 39 transforma en propaganda sus golpes. Así, los ciberdelincuentes supuestamente han logrado robar aviones de guerra de Corea del Sur pirateando los ordenadores del ejército.
“Está encontrando nuevo y fértil terreno en la cibernética. Pueden operar en igualdad de condiciones y competir eficazmente con cualquier poder. Es más difícil de detectar y aún más difícil de vigilar, por lo que es un campo de batalla perfecto para ellos”, acusó Go Myong-Hyun, del Instituto Asiático de Estudios Políticos con sede en Seúl.
Ahora bajo el mando de la implacable hermana del dictador, la Oficina 39 lleva 50 años financiando a los Kim.
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