Washington se preparaba el sábado para una gran manifestación el sábado, según el jefe de la policía local, cuando las marchas por el asesinato de un hombre negro en custodia entran en su duodécimo día y las autoridades de Estados Unidos tratan de limitar las tácticas policiales.
Reuters
George Floyd, de 46 años, murió el 25 de mayo en Mineápolis después de que un policía lo inmovilizó en el suelo con una rodilla en el cuello durante casi nueve minutos. El asesinato ha desencadenado días de protestas en todo Estados Unidos contra el racismo y la brutalidad policial, así como manifestaciones en todo el mundo.
Algunos activistas en redes sociales han pedido que un millón de personas asistan a una protesta en la capital.
“Tenemos mucha información pública y de código abierto que sugiere que el evento del próximo sábado puede ser uno de los más grandes que hemos tenido en la ciudad”, dijo el jefe de policía de Washington DC, Peter Newsham, a medios locales, añadiendo que gran parte del centro de la ciudad estaría cerrado al tráfico desde temprano.
Newsham no dio una estimación de la cantidad de gente. Los medios locales prevén que lleguen decenas de miles.
El viernes, hubo marchas y reuniones en Atlanta, Los Ángeles, Mineápolis, Miami, Nueva York y Denver, entre otros lugares, y los manifestantes se reunieron de nuevo, bajo la lluvia, frente a la Casa Blanca.
Las protestas nocturnas fueron en su mayoría pacíficas, pero la tensión se mantiene, pese a que las autoridades de varios lugares toman medidas para reformar los procedimientos policiales.
Un juez federal de Denver ordenó a la policía de la ciudad que deje de usar gases lacrimógenos, balas de plástico y otros dispositivos “no letales”, como granadas de destello, y en su fallo citó ejemplos de manifestantes y periodistas que fueron heridos por la policía.
“Se trata de manifestantes pacíficos, periodistas y médicos que han sido blanco de tácticas extremas destinadas a reprimir disturbios, no a suprimir manifestaciones”, escribió en el fallo el juez de distrito de R. Brooke Jackson.
En Mineápolis, los líderes demócratas de la ciudad votaron para poner fin al uso de la sujeción con la rodilla y técnicas asfixiantes en las que se aplica presión en el cuello, mientras que el gobernador de California, Gavin Newsom, dijo que pondrá fin a la capacitación de la policía estatal en la sujeción de la carótida, similar a la técnica utilizada en el caso de Floyd.
Reuters
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