Brasil registró 654 muertes por coronavirus en el último día, con lo que las víctimas ya suman 51.271, mientras que los casos confirmados ascendieron hasta los 1.106.470, informó este lunes el Gobierno. De acuerdo con el último boletín divulgado por el Ministerio de Salud, hubo un incremento de 21.432 contagios en las últimas 24 horas, lo que refuerza al país como uno de los focos globales de la pandemia.
De ese total, 571.649 pacientes ya se recuperaron y 3.912 muertes están bajo investigación.
Por su parte e l consorcio de medios brasileños, que recolecta estadísticas de los ministerios de salud en los 26 estados de Brasil al considerar a las oficiales como poco confiables, los muertos en las últimas 24 horas sumaron 748, llevando el total a 51.407. Mientras que los infectados ascienden a 1.111.348 casos.
De cualquier manera, Brasil es el segundo país en número total de muertes e infectados con la COVID-19, apenas por detrás de Estados Unidos, y aunque las cifras son alarmantes para el país sudamericano, la Organización Mundial de la Salud (OMS) alertó este lunes que pueden ser superiores, ya que, según el organismo, el país ha realizado pocas pruebas para saber cuántas personas tienen coronavirus.
El principal foco de la pandemia en Brasil continúa siendo el estado de San Pablo, el más rico y poblado del país, con 46 millones de habitantes, y que contabiliza 12.634 muertes y 221.973 contagios.
No obstante, por primera vez las ciudades del interior del estado, con 17.932 casos confirmados de la COVID-19 en las últimas 24 horas, sobrepasaron a los 15.342 registrados en el mismo periodo en la capital paulista.
La ciudad de San Pablo, con unos 12 millones de habitantes, fue hasta ahora, el principal epicentro de la pandemia en Brasil.
Le sigue el estado de Río de Janeiro, con 8.933 óbitos y 97.572 infectados y que ya cumple más de una semana de reactivación gradual de la economía, aunque la crisis del sector sanitario continúa.
Mientras este lunes el alcalde de la capital homónima, Marcelo Crivella, autorizaba la apertura de salones de belleza, aunque solo en centros comerciales, el segundo secretario de salud regional renunciaba a su cargo, con menos de un mes de haber sido nombrado y por presuntas presiones para aprobar contratos irregulares.
También preocupa la situación en el estado de Ceará, en el empobrecido nordeste del país, pues con una población de casi nueve millones de habitantes, muy inferior a la de San Pablo y Río, registra 5.604 decesos y 94.158 casos.
El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, uno de los gobernantes más escépticos sobre la gravedad de la COVID-19, insistió este lunes en que la reacción mundial a la pandemia fue exagerada y volvió a pedir la aceleración del proceso de reapertura de los comercios y la reactivación de la economía.
“Le pido a los gobernadores y a los alcaldes de Brasil que, obviamente con responsabilidad, comiencen a abrir el comercio, porque las nuevas informaciones que vienen de todo el mundo, que vienen de la OMS, junto a sus equivocaciones, muestran que tal vez hubo un poco de exageración en el tratamiento de este asunto”, afirmó el mandatario en entrevista al canal de TV BandNews.
Los efectos económicos de la pandemia amenazan con hundir este año a Brasil en la mayor recesión de su historia, con una retracción del PIB que los economistas calculan en el 6,5 %, y con la pérdida de millones de empleos.
Con información de EFE
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