Dentro del Partido Socialista Español (PSOE), aseguran que existe un profundo enfrentamiento entre el expresidente Felipe González y el actual presidente socialista Pedro Sánchez, por diferencias relacionadas a la presencia de Pablo Iglesias en la coalición, a quien González considera «inútil» para resolver la crisis del coronavirus, y aboga por un cambio de gobierno.
Por Primer Informe
Por su parte, el gobierno español ha centrado su estrategia en los medios de comunicación, convirtiéndose Telefónica en pieza clave para la táctica de Sánchez.
Sectores socialistas conocedores de los movimientos del expresidente González se muestran alarmados por las maniobras que muestran en La Moncloa: A Sánchez solo le interesa el poder y los medios. Eso está claro. Todos sus ministros son pésimos, menos Nadia Calviño. El problema es que ahora tiene de su lado a telefónica», recoge el portal Vozpopuli.
El reporte, firmado por el periodista Luca Constantini, reza que «según afirman fuentes del PSOE, González y otros importantes segmentos económicos están llevando a cabo una operación para que Telefónica deje de respaldar a Sánchez, o por lo menos declare su neutralidad. El problema, reconocen, es que de momento Sánchez cuenta con su respaldo. Y esa alianza es esencial para los equilibrios en otro gigante de la comunicación y la información: Prisa.
«En el momento actual la confrontación es de alta intensidad. González considera que el futuro de España pasa en buena parte por la dirección de un periódico como El País. Aquí entra en juego el archipiélago de accionistas, con Telefónica como factor esencial para decantar la balanza. Con su 9,4%, Telefónica tiene la llave del futuro de una empresa que Sánchez quiere atraer y conectar como nunca a La Moncloa. Sánchez quiere hacer palanca en el fondo Amber, pero González intenta frenar la operación condicionando otros segmentos de negocio de ese fondo».
Felipe González y aliados del mundo empresarial no quieren quedarse sin hacer nada, ya para el expresidente el pacto del gobierno de coalición fue una afrenta, además González se molestó por las amenazas de Podemos sobre la posible develación de sus propiedades hasta «desvelar hasta el fondo su pasado y el presente de algunos de sus familiares».
Desde el Grupo Prisa hasta RTVE, donde Sánchez ya ha nombrado a dos nuevos directores, la intención del presidente es poner a personas de máxima confianza al mando de esos medios, y “dar un toque de atención” a los demás. Mencionan diarios como La Razón, ABC y El Mundo.
Zapatero entra al ruedo
Entre las diferencias entre los dos sectores socialistas, está inmiscuido José Luis Rodríguez Zapatero, quien tiene una indudable influencia sobre Sánchez, demostrado en la inclusión de personas afines a Zapatero a lo largo de sus mandatos para blindar su apoyo.
La influencia del expresidente Rodríguez Zapatero sobre el presidente Pedro Sánchez, es innegable.
«Cuando Zapatero ataca a González, lo hace en nombre de Sánchez», resumen en el PSOE, donde también aseguran que el expresidente estuvo detrás de la visita de Delcy Rodríguez a Barajas. «Fue para hablar de dinero», deslizan.
González juega a dos bandas, por un lado en el espacio de los medios, y por otro en las empresas del Ibex 35. El empresariado español ya no siente tanta confianza en Sánchez pues una corriente ya está viendo el ejecutivo que se pinta cada vez más de rojo y morado para hacerse cargo de la crisis económica.
Tanto Sánchez como González ejercen presiones para que actúen como palancas de uno u otro modelo de gobierno, por lo que el expresidente y su grupo presionan a Sánchez a desligarse del apoyo de Podemos y asumir el de Ciudadanos.
Los felipistas trabajan en base al cálculo de que las restricciones económicas impuestas por la Unión Europea puedan forzar la salida de Podemos, sin embargo los aliados del chavismo en Venezuela no muestran signos de pactar una salida controlada. Iglesias y los suyos, como es costumbre en su ideología, pelearán para mantenerse en el poder, aún en el momento más crítico del país.
Aunque todos creen que ocurrirá una remodelación del Ejecutivo español entre septiembre y octubre, González trabaja para que estos cambios contemplen la salida de Podemos aunque de momento, Pedro Sánchez se resista.
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