El portal estadounidense Bloomberg publicó un artículo sobre la restricción impuesto a los laboratorios privados de Caracas para la realización de las pruebas del nuevo coronavirus.
Con los casos de COVID-19 en aumento en toda Venezuela, el gobierno de Nicolás Maduro ha restringido las pruebas a dos laboratorios estatales alrededor de Caracas, evitando que participen laboratorios privados y universitarios y generando temores de que el coronavirus no se diagnostique mientras el país afirma tener pocos casos.
“Están controlando la información epidemiológica como si fuera un secreto de estado”, dijo Felix Oletta, un médico especializado en infectología que fue ministro de salud a fines de la década de 1990. “Implementar el control social a través de un monopolio de información es más importante para ellos que acortar el período de diagnóstico”.
En comparación con sus vecinos, Venezuela parece haber sufrido levemente la pandemia, pero su descenso en los últimos siete años a disfunciones y desastres humanitarios hace que sea difícil tomar en serio los datos oficiales. Cerca de 5 millones de personas han emigrado y ahora, con 28 millones de habitantes, afirma haber tenido solo unos 12,000 casos y 116 muertes. El recuento de América Latina es de 3.9 millones, con alrededor de 167,000 muertes.
Por muy reales que sean esos números, los casos parecen haberse duplicado en las últimas semanas, probablemente como resultado de los venezolanos que regresan de Colombia y Brasil, donde la pandemia ha golpeado fuertemente. Los expertos dicen que el frágil sistema de salud pronto se verá abrumado.
La administración de Maduro otorgó al Instituto Nacional de Higiene en Caracas y un laboratorio satélite recientemente abierto cerca de las únicas licencias para realizar pruebas, negándose a autorizar una serie de laboratorios privados y universitarios, según cinco personas con conocimiento de la situación. Esto a pesar de un acuerdo de junio con la Organización Panamericana de la Salud (OPS) para descentralizar las pruebas. El gobierno de Venezuela no respondió a las reiteradas solicitudes de comentarios.
Equipo de confiscación
Los laboratorios temen que si realizan pruebas sin permiso, el gobierno tomará medidas contra ellos, incluida la confiscación de sus equipos, según un proveedor de laboratorio con conocimiento directo de la situación. A principios de marzo, los funcionarios del ministerio de salud confiscaron entre 100 y 200 pruebas de un laboratorio privado en un hospital del este de Caracas.
Judith Leon, presidenta de la Federación Venezolana de Bioanalistas, dijo que su grupo está recomendando a los laboratorios privados que no compren equipos o kits para las pruebas porque la amenaza de incautación o investigación criminal es alta. Durante el brote viral de H1N1 2009, se cerraron algunos laboratorios para procesar las pruebas sin el consentimiento del gobierno, dijo.
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Dado que los resultados demoran entre dos y cuatro semanas en llegar, si es que lo hacen, muchos de los que están enfermos se preguntan si han contraído COVID-19 a pesar de haber sido examinados.
“Pierdes la oportunidad de rastrear y aislar a los pacientes cuando tienes que esperar 14 días”, dijo José Manuel Olivares, diputado a la Asamblea Nacional legítima, internista y opositor, en una conferencia de prensa la semana pasada., donde expresó que al menos 72 personas han muerto por coronavirus han sido excluidas de las estadísticas oficiales.
Escoltado por militares
Si bien algunas muestras se transportan a los laboratorios de Caracas en avión, la mayoría van en automóvil, a veces escoltadas por el ejército, dijeron dos médicos y dos legisladores con conocimiento del proceso. Cuando llegan las pruebas, se unen a un gran grupo de otras muestras de todo el país.
El laboratorio principal de Caracas tiene la capacidad de procesar 2,000 pruebas diarias, mientras que la capacidad del laboratorio recién abierto no se ha hecho pública. La tasa de 2.000 por día está muy por debajo de las pautas de la Organización Mundial de la Salud , ya que los casos positivos diarios representan aproximadamente el 20% del total examinado. Las pautas exigen que esa tasa sea inferior al 10%.
Un médico del hospital universitario de Maracaibo, en el oeste de Venezuela, que solicitó el anonimato por temor a represalias, dijo que fue dada de alta después de una hospitalización de tres semanas sin los resultados de dos pruebas. Ellos nunca vinieron. No puede volver a trabajar porque todavía no ha recibido los resultados de una tercera prueba. Algunos de los muertos en Maracaibo nunca llegan a la cuenta oficial de la nación.
El gobierno dice que está aumentando la capacidad de prueba. Se está estableciendo un tercer laboratorio, también cerca de Caracas, según la Organización Panamericana de la Salud, pero nada en otras partes del país donde la pandemia se está extendiendo rápidamente.
El nuevo laboratorio funcionará como una extensión del Instituto Nacional de Higiene y toda la información se centralizará a través del ministerio de salud, dijo un virólogo familiarizado con el progreso de uno de los nuevos laboratorios. El país necesita instalaciones de prueba en el campo, especialmente en el estado Zulia, agregó el virólogo.
Como dijo Leon, el bioanalista, “Todos sabemos que los casos están siendo reportados de manera insuficiente. Al gobierno no le importa el número real “.
Con información de Bloomberg
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