Un grupo de vecinos de un condominio en Hialeah, la segunda ciudad más grande del condado de Miami-Dade, protestaron este martes por el mal olor que emana un contenedor donde se almacenan cadáveres pertenecientes a una casa funeraria, Memorial Plan San José.
“Me da miedo salir de mi casa, porque sé que esa gente murió por coronavirus. Llevo años viviendo aquí y es la primera vez que se siente este olor nauseabundo”, expresó a Infobae Pedro García, vecino del condominio El Portal, lindante con el estacionamiento de la funeraria.
“Acá uno se puede agarrar cualquier peste”, agregó Caridad, otra vecina que no brindó su apellido.
La casa de sepelios tiene un contenedor y refrigeradores donde se almacenan a los fallecidos, método que está en concordancia con la ley. En un comunicado, los dueños de la casa funeraria indicaron que implementaron “un Centro de Atención Especial, diseñado para crisis como estas” y que agregaron “protecciones adicionales para garantizar la seguridad, bienestar y la privacidad de los fallecidos y de nuestros vecinos”. La municipalidad de Hialeah confirmó que la funeraria no está incumpliendo con ninguna regla de salubridad.
No obstante, el olor está presente y, según los vecinos consultados, ello no sucedía anteriormente. Si bien no todos los fallecidos son víctimas del Covid-19, las casas funerarias han visto un incremento en el influjo de cuerpos como consecuencia de la pandemia. Especialmente en las últimas semanas, luego de que Florida -y particularmente Miami- se convirtiera en un nuevo epicentro de la enfermedad en Estados Unidos.
Este martes, el estado anunció un nuevo récord en la cifra diaria de muertes por coronavirus, con el fallecimiento de 186 personas, así como un aumento de 9.230 contagios, que suman un total de 441.977 casos. Casi un cuarto de esos casos están en Miami-Dade -más de 107.000- mientras que las muertes ascienden a 1.404, casi un cuarto de los 5.930 decesos.
En Florida no se han visto, al menos hasta ahora, imágenes de cuerpos sin vida apilados en las calles como ocurrió en otros epicentros del coronavirus -como Guayaquil, en Ecuador, o en Bolivia- y el índice de mortalidad está muy por debajo de la media alcanzada en la ciudad de Nueva York o en países como España o Italia.
Hasta ahora, el índice en Miami-Dade ronda el 1,29 por ciento, mientras que en Nueva Yorkla cifra llegó al 8 por ciento en el pico de la crisis. No obstante, las muertes han comenzado a aumentar en los últimos días, algo que se ha visto reflejado en los sucesivos récords informados por el condado y el estado.
“Hemos llegado a un punto triste. Lo dije hace semanas, si no cambiaban la manera en la que se hacen las cosas íbamos a llegar a este momento. Nuestros hospitales están a tope, nuestras funerarias ahora están así (…) He hablado con la funeraria para ver si podemos mover el tráiler un poquito hacia adentro para tener un poco más de distancia”, dijo al respecto el alcalde de Hialeah, Carlos Hernández, en una conferencia de prensa reciente.
Las autoridades quieren tomar el caso de la funeraria como un llamado de advertencia para que la población tome consciencia de la gravedad del COVID en el sur de la Florida.
“Esos cuerpos que están ahí son de madres, de padres, de hijos. No todos murieron de coronavirus, pero hemos llegado a un momento triste (…) pero me molestó que los vecinos en lugar de llamar a la ciudad se pusieron a protestar. Esa es una de las cosas que no necesitamos. Estamos haciendo las cosas incorrectas y no trabajando como una comunidad”, indicó Hernández.
En Miami-Dade no hay restricciones de tránsito ni negocios cerrados (a excepción de bares y discotecas), pero hay una exigencia de usar máscaras en todo momento y de mantener la distancia social. Durante las protestas se suele no respetar esa distancia. Las estadísticas indican que la mayor parte de los contagios están ocurriendo entre miembros de una misma familia.
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