Los familiares de la soldado Vanessa Guillén, asesinada a fines de abril en la base Fort Hood del Ejército, en Texas reclamaron este jueves al Congreso y el presidente Donald Trump una legislación que facilite las denuncias de acoso y abuso sexual dentro de las Fuerzas Armadas, así como una investigación independiente y enjuiciamiento de los culpables de la muerte de su hija.
EFE
”Mi hija murió siendo inocente en esa maldita base”, dijo Gloria Guillén, la madre de la soldado, durante una rueda de prensa ofrecida en la explanada frente al Congreso y previo a su encuentro con el mandatario.
”Ésa no es una base, es un cementerio, no merece estar abierta. En esa base matan, secuestran, violan y asesinan”, agregó ante decenas de personas y antes de marchar rumbo a la Casa Blanca.
Vanessa Guillén, de 20 años de edad, desapareció el 22 de abril. Por más de dos meses sus familiares pidieron, infructuosamente, información sobre su paradero a las autoridades militares.
El pasado el 30 de junio, sus restos mutilados fueron hallados cerca al río León, donde fueron enterrados por su presunto asesino, su compañero en la base Aaron David Robinson, quien se suicidó cuando la Policía fue a interrogarlo.
”A mí me golpeó muy duro cuando vi los informes”, dijo Trump a periodistas tras el encuentro privado que sostuvo con la familia Guillén. ”Vanessa era una persona espectacular. Ahora ha intervenido el Departamento de Justicia. No queremos que esto se oculte y se olvide”, añadió.
“Es una historia increíble. Es una historia terrible”, agregó el mandatario antes de comenzar una reunión con la madre de Vanessa en el Despacho Oval de la Casa Blanca. “Así que vamos a investigarla con mucha fuerza. Ya hemos empezado, como saben, y llegaremos al fondo del asunto. Tal vez puedan surgir cosas que ayuden a otras personas en una situación como la de Vanessa. Estaremos en contacto contigo constantemente”, dijo.
La hermana de la soldado, Lupe Guillén, pidió a las autoridades que respondan y recordó que poco antes de ser asesinada la joven soldado había relatado a sus allegados acoso sexual por parte de superiores de la base.
A comienzos de julio, fuentes militares revelaron que Guillén puede haber sido objeto de acoso en un asunto no relacionado con su desaparición y asesinato, y el caso también está bajo investigación.
“Ellos dicen que protegen a los soldados, pero no protegieron a mi hermana. En lugar de eso, la hostigaron sexualmente. Esto se pudo haber evitado. Yo quiero que el Congreso apruebe la ley ‘Yo Soy Vanessa Guillén’. Si no la pasan es porque no les importa, es porque las víctimas no fueron sus hijos”, señaló.
La congresista Jackie Speir, (Demócrata, California) y miembro del Comité de Fuerzas Armadas en la Cámara Baja del Congreso, prepara un proyecto de ley de reforma de los procesamientos de casos de asalto sexual entre los militares.
Nathalie Khawam, abogada de la familia Guillén, dijo que si se promulga esa ley, los miembros de las Fuerzas Armadas podrán presentar denuncias de acoso y asalto sexual a una agencia independiente en lugar de tener que hacerlo, como ocurre ahora, por medio de su cadena de comandos.
“Cuando alguien se presenta como voluntario para servir a nuestro país, merece que los otros miembros de las Fuerzas Armadas le traten con dignidad y respeto”, afirmó Khawam. “Esta legislación ayudará a dar a otros la protección y el respeto que se le negaron a Vanessa”.
El Ejército anuncio el jueves la designación de un comité de cinco expertos independientes que investigarán si los mandos militares en Fort Hood y la comunidad en su entorno han permitido que se generalice un ambiente de acoso sexual y discriminación.
El comité lo encabezará Chris Swecker, un abogado y ex director asistente en la División de Investigaciones Criminales de la Oficina Federal de Investigaciones (FBI).
Aunque los investigadores militares se habían enfocado en el soldado Robinson como sospechoso principal en la desaparición de Guillén pasaron dos meses antes de que surgieran evidencias para detenerlo.
La única persona hasta ahora detenida en relación con este crimen es Cecily Ann Aguilar, de 22 años y ex pareja de Robinson. Los investigadores han indicado que Aguilar colaboró con Robinson desmembrando el cadáver con un machete o un hacha y enterrándolo en tres hoyos junto al río León.
Si es hallada culpable, Aguilar podría recibir una sentencia de hasta 20 años de prisión.
“El Ejército tiene el compromiso de cuidar por nuestros soldados, los civiles, las familias y los soldados de por vida, y esta revisión independiente explorará el actual clima de comando y la cultura en Fort Hood”, señaló el secretario de Ejército, Ryan McCarthy en un comunicado.
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