Las pesquisas sobre el sótano secreto que tenía Christian Brueckner, quien es investigado por la supuesta muerte de Madeleine McCann ha finalizado; sin embargo, las autoridades alemanas se niegan a dar a conocer qué fue lo que encontraron.
Los agentes utilizaron excavadoras para buscar en el subsuelo de una glorieta que anteriormente fue un terreno en el que vivió el presunto agresor.
De acuerdo con los medios locales, la policía local no buscaba únicamente un cadáver, sino cualquier elemento que les permitiera ligar al detenido por cualquier delito.
Esto se da en el marco de que quedan cinco meses para que se cumpla la condena por robo y posesión de narcóticos a la que se hizo acreedor el hombre, a quien también se le señala por presuntamente haber abusado de una anciana de 72 años de edad.
No hay evidencias públicas
Lo único que informó la justicia fue que se usaron detectores especiales y perros entrenados para encontrar dispositivos electrónicos como memorias usb, teléfonos celular, discos duros o cualquier elemento que se convierta en prueba en contra del sujeto.
Este esfuerzo se suma a la búsqueda que han hecho los agentes en 30 pozos en los que esperaban encontrarse los restos de la menor de edad y dentro de los cuales no se halló ninguna prueba.
El sujeto fue vinculado al caso de Madeleine después de que pudiera ligar una llamada por teléfono que hizo a unos metros de donde la niña fue raptada en 2007 y a que la camioneta en la que viajaba fue vista por la zona.
En este vehículo se encontraron varias piezas de trajes de baño para niñas, así como fotografías en las que se mostraba a varios menores de edad siendo abusados sexualmente.
Con información de El Heraldo de México
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