Como una manera de evitar las sanciones estadounidenses, PDVSA ahora ofrece correr con todos los gastos de los envíos del petróleo venezolano a sus clientes.
Documentos internos de esa empresa citados por Reuters, muestran que al menos desde abril, PDVSA estableció acuerdos con sus clientes (nuevos y de larga data) que la hacen responsable de los costos de envío y, en algunos casos, de los aranceles aduaneros.
La estatal venezolana ha establecido esos convenios pero apenas cuatro, de más de dos docenas de tanqueros que controla, tienen clasificación y seguro vigentes para navegar.
“Estamos comenzando a usar nuestra flota propia y flota controlada”, dijo un ejecutivo de PDVSA a Reuters. PDVSA por décadas había colocado casi la totalidad de sus exportaciones mediante contratos en que los compradores envían barcos a los puertos venezolanos para recoger el crudo.
PDVSA posee con PetroChina cuatro grandes tanqueros o VLCC (very large crude carriers) que pueden transportar hasta 2 millones de barriles cada uno. Esa flota, controlada por CV Shipping, una sociedad las dos petroleras, podría perderse si el tribunal superior de Singapur decide que las embarcaciones serán embargadas o subastadas para pagar a acreedores.
Flota insuficiente
Uno de estos buques es el tanquero Ayacucho, hoy renombrado cómo Máximo Gorky. Esa embarcación es reclamado Owens Illinois (ahora O-I Glass) como indemnización por la expropiación de la operación de esa empresa en Venezuela hecha en tiepos de Hugos Chávez.
Aparte, de viajes cortos a Cuba, la mayor parte de la flota de PDVSA ha permanecido en aguas venezolanas durante el último año debido a que las sanciones han dejado muchos barcos sin el seguro o la certificación necesarios para salir a aguas internacionales, o porque no son aptos para navegar.
Algunas embarcaciones ya no tienen operadores porque PDVSA incumplió pagos a las compañías que las administraban o a sus tripulaciones.
Bernhard Schulte Shipmanagement de Alemania devolvió más de una docena de tanqueros a PDVSA en 2019 después de que la empresa venezolana acumulara millones de dólares en tarifas sin pagar por su operación.
PDVSA no ha cumplido muchos programas de mantenimiento al no poder importar piezas y equipos, o enfrenta dificultades para pagar por refacciones. La compañía también ha enfrentado demandas e intentos de incautación por parte de astilleros extranjeros que realizaron reparaciones.
Negocios tóxicos
Incluso bajo los nuevos arreglos, PDVSA enfrenta problemas para hacer entrega de los cargamentos. El primer embarque que zarpó bajo el nuevo modelo fue en el petrolero con bandera panameña MT Kelly, que se dirigió a Turquía con 1,96 millones de barriles de crudo pesado en abril, según los documentos.
El barco dio un giró en U cerca de Turquía y volvió a pasar el Estrecho de Gibraltar para bordear África en ruta hacia Medio Oriente. Su señal satelital permanece apagada desde el 22 de junio, según datos de Refinitiv Eikon, por lo que no está claro si entregó la carga.
Las sanciones han dejado unos 20 millones de barriles de crudo venezolano varados en altamar, mientras PDVSA lucha por encontrar refinerías que los tomen.
Las medidas de Estados Unidos también han llevado a algunos propietarios a cambiar los nombres de sus embarcaciones antes o después de transportar petróleo venezolano, y a apagar sus satélites para evitar ser detectados mientras se encuentran en aguas venezolanas, según los datos de Eikon.
Otras empresas marítimas han optado por mantenerse alejadas de cualquier negocio relacionado con Venezuela. “Este es un momento realmente tóxico para hacer negocios con Venezuela”, dijo un funcionario diplomático involucrado en conversaciones relativas a sanciones.
Si quieres recibir en tu celular esta y otras informaciones descarga Telegram, ingresa al link https://t.me/albertorodnews y dale click a +Unirme.