Bolivia pidió el viernes ante la Organización de Estados Americanos (OEA) que la comunidad internacional censure los bloqueos de rutas “incitados” por el expresidente Evo Morales por la postergación de las elecciones por COVID-19, que según autoridades dejaron 31 muertos por falta de oxígeno.
AFP
La canciller boliviana, Karen Longaric, denunció ante el Consejo Permanente de la OEA “acciones violentas e inhumanas” en protesta por la reprogramación de los comicios, entre ellas ataques a ambulancias y “dinamitazos” e “incendios” que según dijo impidieron el paso de material médico esencial.
“En los últimos días tenemos que lamentar el fallecimiento de personas por falta de oxígeno debido al bloqueo de carreteras y ataque a transporte de insumos”, dijo por su parte el jefe nacional de Epidemiología de Bolivia, Virgilio Prieto.
Por esta causa, 23 pacientes murieron en La Paz, tres en Cochabamba y cinco en Oruro, señaló, al alertar sobre una tendencia de “expansión desmedida” del nuevo coronavirus en el país.
“Ante esta alarmante situación, el gobierno solicita que los organismos internacionales censuren estas flagrantes violaciones de los derechos humanos”, instó Longaric, durante una sesión extraordinaria del órgano ejecutivo de la OEA pedida por La Paz y realizada de manera virtual.
Grupos afines a Morales iniciaron el lunes bloqueos de caminos en rechazo a la decisión del Tribunal Supremo Electoral (TSE) de postergar los comicios al 18 de octubre invocando razones sanitarias.
“Las manifestaciones y bloqueos promovidos por grupos afines al expresidente Morales están poniendo en peligro la vida de miles de bolivianos, y esto no puede ser consentido por la comunidad internacional”, dijo Longaric ante la OEA.
“Morales siembra caos”, afirmó sobre el exmandatario, asilado en Argentina desde diciembre tras 14 años en el poder (2006-2019).
Bolivia prevé volver a las urnas luego de que la votación del 20 de octubre de 2019 fuera anulada tras una auditoría de la OEA que estableció una “manipulación dolosa” a favor de Morales, quien renunció el 10 de noviembre.
– “Imparcialidad” de la CIDH –
Longaric, que integra el gobierno interino de Jeanine Áñez, urgió también a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), órgano de la OEA, a mostrar “imparcialidad y objetividad” con Bolivia.
“La CIDH no debe convertirse en un portavoz y en un altavoz de Evo Morales y de sus adeptos que ilegítimamente controlan la Defensoría del Pueblo en Bolivia”, afirmó.
Y agregó: “La parcialización ideológica de la CIDH no ayuda a acabar con la violencia en Bolivia, solamente desacredita a esta importante institución y profundiza las divisiones en nuestro continente”.
Poco después, la CIDH llamó al Estado boliviano “a reforzar sus esfuerzos para establecer un diálogo nacional y prevenir la escalada de violencia”.
La CIDH recordó que el uso de la fuerza pública en el contexto de protestas “es un recurso último” y también llamó a ejercer el derecho de protesta de manera pacífica, tildando de “inadmisibles” las agresiones contra personal de la salud y periodistas.
El gobierno de Áñez anunció el viernes el inminente uso de la fuerza pública para terminar los cortes de rutas en seis de los nueve departamentos.
Los comicios han sido aplazados del 3 de mayo a la primera semana de agosto, luego al 6 de septiembre y ahora al 18 de octubre a raíz de la pandemia, que deja 3.465 fallecidos y más de 86.400 contagiados, en una población de 11 millones de habitantes.
– Argentina vs Almagro –
Estados Unidos condena los bloqueos, al igual que Brasil, Colombia y Venezuela, representada por el delegado del líder opositor Juan Guaidó.
Otros países, como Chile, Ecuador, Guatemala, Uruguay, instaron al fin de la violencia y a la unidad nacional para enfrentar la covid-19.
Argentina, sin embargo, no mencionó las protestas, y tildó de “unilateral” la decisión del TSE de aplazar los comicios, acusando al “gobierno de facto” de Áñez de ser “reticente” a la celebración de las elecciones.
“Luego del golpe de estado de noviembre, esperamos que Bolivia retome la vía democrática a través del voto popular y sin proscripciones”, dijo la representante del gobierno de Alberto Fernández, Graciela Scarnati.
Además, arremetió contra el secretario general de la OEA, Luis Almagro, quien el jueves condenó los bloqueos y afirmó que “es inmoral e indigno jugar a la política con la vida de la gente”, cuestionando el uso de estos adjetivos.
“Esto no implica tomar partido”, dijo Almagro, al reiterar estos conceptos el viernes en el Consejo Permanente.
“Es indigno e inmoral también no referirse a los tranques de las vías de tránsito de suministros médicos en tiempos de pandemia”, afirmó.
AFP
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