El número de muertos a causa de la pandemia de la COVID-19 se elevó a 141 en Nicaragua, tras registrar cuatro decesos en los últimos siete días, informó este martes el Ministerio de Salud.
Adicionalmente, la cartera reportó 174 casos confirmados de COVID-19 en la última semana, para totalizar 4.668 desde que la pandemia alcanzó Nicaragua a mediados de marzo pasado, según dijo la ministra de Salud, Martha Reyes, a través de medios del Gobierno.
Sobre los decesos, la ministra indicó que, además de los muertos por COVID-19, «se presentaron otros fallecimientos en personas que han estado en seguimiento, debido a tromboembolismo pulmonar, diabetes mellitus, infarto agudo de miocardio, crisis hipertensivas y neumonías bacterianas», pero no especificó ni la cantidad ni si los pacientes estaban diagnosticados con coronavirus.
Asimismo, señaló que el Ministerio de Salud, desde el inicio de la pandemia hasta hoy, ha «atendido y dado seguimiento responsable y cuidadoso a 3.773 personas», y que otras 119 que permanecían bajo una condición similar «han cumplido el periodo establecido».
Además, reportó que un total de 3.458 pacientes se han recuperado.
Los datos oficiales contrastan con los presentados por el independiente Observatorio Ciudadano COVID-19, una red de médicos y voluntarios de toda Nicaragua, que contabiliza 9.998 contagiados y 2.680 fallecidos por neumonía u otros síntomas relacionados con la pandemia, hasta el pasado 26 de agosto.
El gremio médico mantiene su llamado al Gobierno del presidente Daniel Ortega de divulgar los «datos reales» sobre el impacto de la pandemia en Nicaragua.
El Gobierno de Ortega ha sido criticado por su manejo de la pandemia, que no incluye restricciones para evitar la propagación, promueve aglomeraciones y eventos públicos y adopta mínimas medidas sociales de prevención, con el argumento de que «la economía no se puede detener».
El manejo de la pandemia ha despertado preocupación en la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y en la Organización de los Estados Americanos (OEA), así como en sus oficinas relacionadas con la salud y los derechos humanos.EFE