A la diputada a la AN por el Delta Amacuro, Larissa González, el estado que representa se le metió en las entrañas.
Desde que tuvo cercanía con los warao, hizo de su lucha por la reivindicación de la etnia, una bandera que terminó llevándola a integrar la Comisión Permanente de Pueblos Indígenas y a recorrer parte de Brasil, en procura de conocer la situación de los migrantes para promover mejoras en sus condiciones de vida desde las instancias de gobierno venezolanas en Brasil y viceversa.
“En la Asamblea Nacional luchamos por la defensa de nuestros indígenas, nuestra principal tarea es continuar visibilizando y denunciando las violaciones del régimen a sus derechos humanos. No podemos mirar hacia otro lado, estamos hablando de crímenes de lesa humanidad”, manifestó la parlamentaria.
Para ello, en compañía de los integrantes de la Comisión, decidió hacer uso de las herramientas comunicacionales más efectivas generando una campaña virtual, que expresa claramente los principales problemas que confrontan los pueblos originarios en nuestro país, con especial énfasis en los que están sometidos en virtud de su presencia en la zona, a la explotación intensiva del Arco Minero.
Con mensajes como: “los peces que comen nuestros indígenas en el Arco Minero tienen niveles de mercurio hasta 5 veces más altos que los permitidos por la OMS”; “70% de las reservas de agua dulce de Venezuela, están en riesgo de contaminación por minería ilegal”; y la etiqueta: #EstoNoLoAguantaNadie ¡Gobierno de Emergencia Nacional Ya!, enmarcados en un vistoso portal, va dejando colar transgresiones graves a un modo de vida milenario, que ve amenazada su existencia. La campaña también se compone de videos que hacen patente el grave daño ocasionado a tierras que son reservorio de la humanidad.
“La crisis humanitaria generada por la dictadura no es cuento, afecta terriblemente a los pueblos indígenas. La desnutrición, la malaria, el VIH y la tuberculosis proliferan en los pueblos originarios, urge tomar acciones para salvarlos”, señaló González.
En refuerzo de sus ideas apela a una realidad tan grave como incontrastable “Miles han tenido que abandonar sus territorios por esta crisis y otros han sido víctimas de desplazamientos forzosos de bandas crimínales que explotan los recursos, el precio que han tenido que pagar nuestros indígenas ha sido muy alto, ha costado y cuesta vidas cada día”.
Su dolor más grande es que el daño continúa, sin que nadie le ponga freno, “lo indica claramente la campaña: ‘la mortalidad infantil en los pueblos indígenas es 20% más alta que el promedio nacional’ y ni siquiera ese dato, tan crudo y revelador, remueve la sensibilidad del gobierno; están perdidos en su laberinto, el deseo de mantenerse a como dé lugar en el poder, sin apoyo ni sostén, vulnera cualquier vestigio de humanismo que hayan podido tener, son prácticamente unos genocidas”.
“Mi lucha no se detendrá, es una batalla desigual contra unos ‘bárbaros del siglo XXI’, que sin medir las consecuencias entregan el país a pedazos, sacrificando la vida de nuestra gente y los tesoros de nuestra tierra”, señaló.
El pleno conocimiento de los pueblos y comunidades indígenas de Venezuela, hizo que la diputada Larissa González los quisiera de la única forma en que cabe quererlos: defendiendo sus derechos. La reciente campaña da fe de ello.
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