Dirigentes estudiantiles, de diferentes universidades del país, aseguran que las casas de estudios no poseen los medios necesarios para una eventual vuelta a clase presencial.
Nicolás Maduro anunció que el sector educativo venezolano arranca este miércoles 16 de septiembre el año escolar 2020-2021 con la modalidad de clases a distancia, hasta el mes de enero cuando se evalúa ir a un método semipresencial. Entretanto, dirigentes estudiantiles aseguraron en exclusiva para El Diario que las casas de estudio no están preparadas para un retorno a las aulas.
“Un regreso a clases presencial sería catastrófico porque no tenemos las condiciones sanitarias necesarias. La Universidad de Carabobo viene agonizando desde hace años, porque el régimen tiene una política de asfixia hacia las universidades, instituciones que, en la actualidad, carecen de cosas esenciales como transporte, comedor, etc”, detalló Marlon Díaz, presidente de la Federación de Centros Universitarios de la Universidad de Carabobo.
Luis Palacios, presidente adjunto de la Federación de Centros Universitarios de la Universidad Central de Venezuela (UCV), opinó que es insensato un llamado a clases presenciales en estos momentos. Afirmó que la UCV no cuenta con el presupuesto adecuado para brindarle a los estudiantes las medidas de bioseguridad necesarias.
La situación se repite en la Universidad de Los Andes (ULA), según detalla Ornella Gómez, presidenta de la Federación de Centros Universitarios de esa casa de estudios.
Vemos que va a ser muy complicado el reinicio de actividades presenciales debido a las condiciones de precariedad en las que se encuentra nuestra casa de estudios. Indiscutiblemente la ULA no está en condiciones óptimas para un regreso a las aulas”, aseguró Gómez.
¿Qué se necesita para regresar a las aulas?
Los líderes estudiantiles ya han planteado propuestas para que el regreso a clases presenciales sea seguro. La principal exigencia es que en los salones exista el distanciamiento social y que se le proporcione a los estudiantes insumos como gel antibacterial y tapabocas.
“Estamos solicitando condiciones adecuadas para evitar que la población estudiantil se contagie de covid-19. Es necesario que en la UCV haya una desinfección semanal porque hay que recordar que dentro de los espacios de la universidad está el Hospital Clínico Universitario. Nuestro personal de mantenimiento hace lo que puede para mantener los espacios limpios pero no se dan abasto”, lamentó Luis Palacios.
Además de la dotación de insumos de bioseguridad, a las exigencias en las universidades de Carabobo y de Los Andes, se suma un servicio de transporte y recuperación de los espacios de las casas de estudio, pues debido a la falta de presupuesto, estas tienen graves fallas en sus infraestructuras.
“Exigimos la restauración de las zonas dañadas en la universidad. También exigimos un presupuesto justo que permita el buen desarrollo de todas las actividades que se realizan en la universidad. Por supuesto es necesario un salario justo para nuestros profesores y para todo el personal obrero que labora en la ULA”, demandó Ornella Gómez.
“Desde el punto de vista presencial se había planteado que los laboratorios de algunas carreras que son prácticos, abrieran en la semana de flexibilización pero es necesario que todas las medidas de seguridad estén presentes. Pero la verdad es que lo veo cada día más difícil”, reconoció Marlon Díaz.
Desde hace varios años el país presenta deficiencias en el suministro del servicio eléctrico. Este es uno de los primeros obstáculos que evitan que los universitarios pudieran ver clases virtuales.
De acuerdo con los dirigentes estudiantiles, a esto se le suma las fallas en el Internet y de conectividad de las telecomunicaciones en general.
“En Mérida los cortes de luz son de hasta 12 horas, esto sin dudas afectó mucho la modalidad de clases online. Solo pocas carreras pudieron iniciar actividades a través de Internet, pero igual les fue muy difícil lograrlo”, denunció Ornella Gómez.
Marlon Díaz, por su parte, aseguró que los estudiantes le comentaron que estaban de acuerdo con realizar las clases virtuales pero, la mayoría no cuentan con las herramientas necesarias.
Agregó que los constantes cortes eléctricos y la mala conectividad imposibilitaron a los propios profesores para impartir las clases.
El llamado a clases a distancia solo se cumplió 30% en la UCV. No es lógico que solo ese porcentaje pueda recibir y dar clases a distancia. Es triste que seguimos con las fallas de conectividad, seguimos con las fallas de electricidad”, sentenció Luis Palacios.
La pandemia por covid-19 ha puesto en jaque la educación en varios países del mundo que no logran o no tienen la capacidad de adaptarse a la situación. En Venezuela son múltiples los servicios que fallan y no permiten que los estudiantes asistan a las clases en línea, algo común en otros países.
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