En Venezuela solo cinco laboratorios procesan muestras nasofaríngeas para la detección del tipo de coronavirus SARS-CoV-2, causante de la enfermedad COVID-19, mediante la realización de pruebas de Reacción en Cadena de la Polimerasa (PCR). Tres de ellos están ubicados en el centro del país (Distrito Capital y Miranda), uno en Táchira y otro en Yaracuy. Hasta el 21 de julio, pasados más de tres meses de epidemia en Venezuela y con 12.774 casos confirmados oficialmente, solo funcionaban dos de esos cinco laboratorios; uno de ellos, ubicado en Táchira, es una pequeña unidad móvil, sobre cuyo funcionamiento y capacidad operativa no hay información oficial.
El Pitazo | María Fernanda Rodríguez y Jesús Barreto
El gobierno de Nicolás Maduro no detalla en sus reportes diarios sobre el COVID-19 cuántas pruebas PCR se realizan en cada uno de los laboratorios. Tampoco precisa el método por el que se confirman los casos. Sin embargo, trabajadores del Ministerio de Salud, cuyas identidades pidieron resguardar, revelaron a El Pitazo que hasta el 11 de septiembre se habían procesado en todo el país 107.414 pruebas PCR. La cifra representa 6% del total de 1.790.239 diagnósticos que el gobierno reportó hasta la misma fecha. El resto, 1.682.825 exámenes, fueron pruebas de diagnóstico rápido (PDR).
A diferencia de las pruebas PCR, los test rápidos no detectan componentes genéticos del virus, mediante el ácido ribonucleico (ARN), sino los anticuerpos generados en la persona infectada, cuando la enfermedad evolucionó o fue superada. Por lo tanto, las PDR no sirven para una detección oportuna en pacientes bajo sospecha de la enfermedad ni para los despistajes masivos que, de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), son la modalidad que permite una mejor contención del avance de la epidemia, con la ubicación de casos y el aislamiento. Debido a esto, el organismo multilateral desaconseja el uso de PDR para diagnósticos confirmatorios.
De últimos en América Latina
Las estadísticas de PCR reveladas a El Pitazo por fuentes del Ministerio de Salud ubican a Venezuela al final de la lista de países de América Latina, en cuanto al número de pruebas moleculares procesadas. Una investigación periodística publicada el pasado 30 de agosto por el medio de comunicación digital Prodavinci también registra a Venezuela en la misma posición.
En una revisión de los reportes oficiales de nueve países de Latinoamérica acerca del volumen de pruebas realizadas se constató que la gestión de Maduro ni siquiera alcanza el promedio regional. Los datos revisados corresponden al periodo entre el 13 de marzo, cuando se reportaron los primeros contagios en Venezuela, y el 13 de septiembre, al cumplirse el primer semestre de la pandemia.
El listado de las naciones latinoamericanas con mayor capacidad diagnóstica lo encabeza Brasil, con 14.505.602 realizadas hasta el 11 de septiembre. A esta le siguen Perú con 3.457.205 pruebas en laboratorio, y Colombia, que analizó 3.062.852 muestras en el mismo periodo. Estos tres países también lideran los balances en cuanto al número de contagios y muertes por COVID-19 en el subcontinente. Las cifras no son proporcionales, pues el número de pruebas reportadas se adecúa a la cantidad de habitantes en riesgo de contraer la enfermedad.
Al analizar los datos de Colombia y Argentina, naciones con características demográficas similares, el déficit del sistema venezolano se mantiene alto. El Ministerio de Salud colombiano ha notificado 3.062.852 de test realizados, sobre una población de casi 50.000.000 de residentes. Mientras, en Argentina, con más de 44.000.000 de habitantes se han procesado 1.485.790 pruebas PCR. Al comparar esas cantidades de estudios con los realizados en Venezuela en el mismo periodo, se constata una diferencia de 97% y 93%, respectivamente.
El país con más bajo procesamiento de pruebas de laboratorio en América Latina, después de Venezuela, es Bolivia, con 266.600 pruebas PCR procesadas hasta el 11 de septiembre. Sin embargo, supera por más del doble el volumen de análisis que se han hecho en Venezuela, teniendo apenas el 40% de la población de este.
20 de 23 estados envían a Caracas muestras para pruebas PCR
La activación de los dos laboratorios más recientes para hacer pruebas PCR en Venezuela se anunció el pasado 6 de septiembre. Uno de ellos está ubicado en Guarenas, estado Miranda, y el otro en el municipio Independencia del estado Yaracuy. En este último se informó que próximamente procesarán muestras provenientes de los estados Lara, Portuguesa, Cojedes y los municipios fronterizos de Carabobo y Falcón, con capacidad para hacer 1.000 pruebas diarias. Sin embargo, hasta el 18 de septiembre se habían realizado allí 1.113 pruebas, todas correspondientes a muestras tomadas en el estado Yaracuy, según información aportada a El Pitazo.
Hasta el reporte del 26 de septiembre, Yaracuy, Lara, Portuguesa, Cojedes, Carabobo y Falcón sumaban en conjunto 5.504 casos, apenas el 7,6 % del total de contagios nacionales contabilizados hasta la misma fecha, que eran 71.940.
A pesar de que no existe información oficial sobre la cantidad de pruebas PCR que procesa cada laboratorio habilitado, ni de qué estados provienen las muestras para las mismas, autoridades regionales y médicos de hospitales centinela de 20 estados del país han indicado que las muestras tomadas allí son enviadas a Caracas.
Zulia tiene la mayor cantidad de muertes y ningún laboratorio habilitado
El estado Zulia, que registraba hasta ese mismo día la mayor cantidad de muertes por COVID-19, con un total de 90, y siendo la tercera entidad del país con mayor cantidad de contagios, con 6.482 casos, no cuenta con laboratorios para realizar pruebas PCR. El 8 de junio el gobernador Omar Prieto dijo que se instalarían dos en el estado. “Ya no se tendrá que esperar cuatro días para los resultados, sino que ahora, en dos horas, se podrá confirmar el contagio”, aseguró.
El 22 de junio, Prieto adelantó que la semana siguiente inaugurarían el laboratorio para pruebas PCR en la Unidad de Banco de Sangre del Hospital Universitario de Maracaibo (HUM). “Con ese laboratorio, vamos a poder tener las pruebas en siete horas. El que salga positivo en una prueba rápida lo vamos a poder confirmar de una vez con la PCR. Si en un hogar hay un contagiado, vamos a poder confirmar si el resto de la familia está positiva o no, y si debe aislarse o no. Esto nos permitirá tomar mejores decisiones”, indicó.
Más de un mes después, el 30 de julio, el mandatario regional dijo: “Ya están listas las instalaciones para realizar las pruebas PCR en el Zulia y en los próximos días serán entregadas para así poder agilizar los resultados de los casos sospechosos”. Sin embargo, hasta la fecha de publicación de este reportaje no hay más información al respecto.
Laboratorio en Mérida espera suministros desde el 18 de marzo
Mérida es el estado que registraba, hasta el pasado 26 de septiembre, la mayor tasa de letalidad por COVID-19 –de 2,8 %, tomando en cuenta las estadísticas del Sistema Patria-. Aquí tampoco se realizan análisis serológicos para detectar coronavirus, a pesar de tener un laboratorio con capacidad y recursos técnicos y humanos para hacerlas. Desde el 18 de marzo el Ministerio de Salud autorizó la realización de pruebas PCR en el Laboratorio de Microbiología de la Universidad de Los Andes (ULA), pero hasta la fecha no han sido enviados los suministros necesarios para procesarlas.
En entrevista con El Pitazo concedida ese mismo 18 de marzo, Luis Téllez, profesor de la ULA adscrito a dicho laboratorio, indicó que allí se podrían hacer hasta 20 pruebas PCR por día. En el mismo se realizó gran parte de las pruebas para detectar el virus H1N1 durante los años que duró la pandemia de gripe A.
Según cifras difundidas por la Gobernación de Mérida el pasado 13 de agosto, en el estado se habían tomado 7.314 muestras nasofaríngeas para pruebas PCR, de las cuales se esperaba el resultado de 1.985. Fuentes médicas del estado han indicado a El Pitazo que los resultados de las muestras tomadas en Mérida tardan entre 15 y 21 días en llegar desde Caracas, a donde son enviadas vía puente aéreo.
“La mayoría de los que mueren son sin resultado de PCR. Igual se les trata con el protocolo, incluso para el traslado de los cadáveres. Las pruebas, tanto las rápidas como para tomar muestras para PCR, están muy escasas, incluso hay días que no tenemos, como hoy, por ejemplo”, dijo a El Pitazo el pasado 3 de septiembre Estrella Uzcátegui, jefa del Servicio de Cirugía General del Instituto Autónomo Hospital Universitario de Los Andes (Iahula) y miembro del comité para la atención de casos COVID-19 en ese centro de salud centinela.
Uzcátegui también indicó que, debido a la escasez de pruebas rápidas y de suministros para tomar muestras nasofaríngeas, la mayoría de los pacientes ingresados al Iahula con síntomas asociados al COVID-19 se atienden por diagnóstico clínico. “Los resultados de las PCR tardan 15 días o más. Imagínese usted que nosotros esperáramos 15 días para poder decidir si indicar un tratamiento o no para el COVID-19. La mortandad sería terrible”, confesó.
En Táchira los resultados tardan hasta más de un mes
A pesar de contar con un laboratorio móvil para hacer pruebas PCR desde el pasado 12 de abril, en el estado Táchira los resultados de estos exámenes pueden tardar hasta más de 30 días en conocerse. Un periodista del municipio Bolívar, capital San Antonio del Táchira, frontera con Colombia, indicó a El Pitazo que hace dos meses se hizo la prueba PCR y 15 días después fue que recibió el resultado.
“Por este municipio entran los retornados desde Colombia, unos 200 diariamente. En la aduana a todos les hacen la prueba rápida y a quienes salen positivo les toman la muestra para la PCR. Yo me la hice (la prueba PCR) hace como dos meses y el resultado me llegó a los 15 días, pero ahora está tardando hasta más de 30 días. Hace un mes aproximadamente, personas que tenían más de 70 días en uno de los Pasi (Puntos de Asistencia Social Integral, creados para que los venezolanos retornados cumplan cuarentena) protestaron porque los resultados de sus PCR tardaban y seguían llegando positivos, a pesar del tiempo transcurrido. Las autoridades alegan que la demora es por la cantidad de pruebas que deben procesar en el laboratorio móvil que al parecer está en San Cristóbal”, indicó el pasado 25 de septiembre quien pidió resguardar su identidad.
El 9 de junio Laidy Gómez, gobernadora del Táchira, denunció en rueda de prensa que pacientes recluidos en el área de aislamiento respiratorio del Hospital Central de San Cristóbal, centro centinela para la atención de casos COVID-19, se morían antes de que llegara el resultado de su prueba PCR. “Muchas veces los pacientes se mueren y los resultados no llegan y no sabemos si el paciente se murió de la pandemia o de otra afección respiratoria”, dijo.
Hasta la fecha no se ha dado información oficial sobre el funcionamiento del laboratorio móvil instalado en Táchira hace ya más de cinco meses. Las autoridades regionales no indican cuántas pruebas PCR se realizan en el mismo.
Universidades tienen laboratorios aptos para hacer pruebas PCR
La Sociedad Venezolana de Bioanalistas Especialistas (Svbe) emitió un comunicado el pasado 27 de julio donde apuntan que no han obtenido respuesta por parte del Ministerio de Salud para la autorización de tres laboratorios de universidades autónomas que están en capacidad de hacer pruebas PCR.
Estos espacios están ubicados en sedes de tres universidades autónomas del país, en Aragua, Distrito Capital y Zulia. Se trata del Laboratorio de Investigaciones Básicas y Aplicadas de la Universidad Central de Venezuela (UCV), el Laboratorio de Biología Molecular de la Universidad del Zulia (LUZ) y el Instituto de Investigaciones Biomédicas Dr. Francisco J. Triana Alonso ubicado en la sede del estado Aragua de la Universidad de Carabobo (UC).
“Se ha participado en varias reuniones con autoridades del Ministerio del Poder Popular para la Salud, se manifestó la disposición de participar en el proceso de diagnóstico y se envió al mencionado Ministerio, vía correo electrónico, los tres proyectos con la Lista de Reactivos y Materiales para detección del SARS-CoV-2 necesarios para 1.000 muestras (…) No hemos obtenido respuesta”, precisa la Svbe en el referido comunicado.
Tras el anuncio de la habilitación de los dos más recientes laboratorios, emitido el 6 de septiembre por el gobierno de Maduro, la Svbe volvió a pronunciarse. “Reconocemos la labor que está realizando el Instituto Nacional de Higiene Rafael Rangel y los otros 4 laboratorios en las pruebas diagnósticas de RT-PCR, sin embargo son insuficientes para determinar el tamaño real de la pandemia COVID-19. Es lógico pensar que su capacidad ya está saturada. La demora promedio en la entrega de los resultados ha sido estimada en 8 a 17 días dependiendo de la distancia de la ciudad desde donde se envió la muestra al Instituto Nacional de Higiene Rafael Rangel en el Distrito Capital”, señalaron los bioanalistas el pasado 11 de septiembre.
La Svbe reiteró en el más reciente comunicado que los tres laboratorios de la UCV, LUZ y UC estaban en condiciones de procesar pruebas moleculares, y añadió en esta ocasión al Laboratorio de Microbiología de la ULA en Mérida, que desde marzo espera los suministros necesarios tras la autorización del Ministerio de Salud.
Mayor capacidad, mayor opacidad
En los más de seis meses que acumula la pandemia por coronavirus en Venezuela, la falta de acceso a información detallada, precisa y oportuna, ha sido la marca de la gestión oficial. Apenas en agosto un informe de la agencia nacional de la Oficina de Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (Ocha, por sus siglas en inglés) evidenció que en Venezuela solo 6% de las pruebas de detección del COVID-19 eran de laboratorio.
Con los cinco laboratorios que procesan pruebas PCR actualmente, la capacidad diagnóstica estatal aumentó en 152%. Sin embargo, esto no ha significado un mayor acceso a la información, que continúa censurada. Los dos laboratorios regionales que hay en Venezuela son gestionados directamente por la Misión Médica Cubana.
Por una providencia del 6 de marzo, ratificada el 13 del mismo mes, el Instituto Nacional de Higiene Rafael Rangel (Inhrr) es el centro de articulación de las unidades de procesamiento. Esto implica que el Inhrr es el encargado del envío de los resultados nacionales a la Comisión Presidencial para la Atención, Prevención y Control del Coronavirus. La instancia del Poder Ejecutivo es la que maneja los datos hasta su divulgación. El proceso monopoliza el control del gobierno central sobre la evolución de la propagación, pese a que algunas autoridades locales dan partes frecuentes acerca de contagios y muertes.
Saturación por centralización
La expansión del virus en el territorio nacional ha tenido, con base en reportes oficiales, un comportamiento irregular. Para el director del Centro de Estudios del Desarrollo (Cendes) de la UCV, Carlos Walter, cifras como el auge en la tasa de recuperación, que Maduro aseguró que llegó a 85% el pasado 20 de septiembre, y el promedio de muertes, evidencian fallas en el diagnóstico. El médico denunció, durante la presentación de una plataforma para la revisión de los datos gubernamentales promovida por el Cendes, un uso político de los resultados que notifica el Estado.
“Existe un manejo político de la pandemia, que consiste en hacer que la curva no crezca mucho. Buscando, incluso, que se vea que está bajando el número de casos, pese a que la progresión muestra que estamos en pleno ascenso. Esto ocurre porque resulta que el criterio de caso confirmado es que el paciente tenga PCR positiva. Entonces, el Inhrr, que es el que centraliza los casos, envía a la Comisión presidencial los resultados y es esta la que decide cuándo se anuncian”, aseguró Walter.
A partir de julio, el país entró en una fase expansiva exponencial de transmisión. Esto se tradujo en un alza significativa del número de personas infectadas diariamente. La evolución de los contagios pasó de 302 casos admitidos el 30 de junio a 715 nuevas infecciones el 31 de agosto. La racha alcista se mantiene hasta esta publicación con un promedio de 800 casos diarios, luego de la incidencia más alta reportada el 13 de agosto, cuando se contabilizaron 1.281 infectados.
Actualmente, el proceso de detección del gobierno alcanzó su más alta capacidad. El Estado cuenta con un total de 332 trabajadores, de los cuales 50 están en el Inhrr de Caracas y 12 están en el laboratorio móvil de Táchira. A estos se sumaron en julio 70 técnicos del Ivic y en agosto se habilitaron 200 profesionales más en los dos laboratorios de biología molecular ubicados en Yaracuy y Miranda. Todos procesan a diario alrededor de 2.200 muestras, provenientes de todo el país. Aunque poco se sabe en cuanto a la distribución, traslado y manejo del material biológico, los trabajadores insisten en que hay un retraso de hasta 15 días entre lo que se procesa cada día y lo que se reporta al final de cada noche.
Con información de El Pitazo
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