Autoridades de la UCV calculan que el presupuesto asignado alcanzará para 15 días, mientras que en la USB los recursos servirán para el pago de becas en 720 bolívares, la bandeja del comedor en 80.000 bolívares, cubrir seis meses de pagos de servicios esenciales y un mes del servicio de Internet.
Carmen Victoria Inojosa Crónica Uno
Si el año 2020 fue de asfixia presupuestaria para las universidades, la cuota que será asignada vía presupuesto ordinario para 2021 las deja en la quiebra. Las instituciones no tendrán margen de maniobra para iniciar administrativa y académicamente un nuevo año. La ruina en la asignación presupuestaria, que alcanza casi una década, continúa reportando una caída.
La Universidad Simón Bolívar (USB) tendrá que “funcionar” con 0,4 % de los recursos que solicitó al Ministerio de Educación en el anteproyecto. Mientras que a la Universidad Central de Venezuela (UCV) le aprobaron el 2,27 %. “Cualquier universidad está casi obligada a no seguir”, dice Mariella Azzato, vicerrectora administrativa de la USB, “pero no puede cerrar, tiene que seguir adelante”.
En el anteproyecto del plan operativo anual y presupuesto de 2021 de la USB se solicitaron más de 123 billones de bolívares, que a la tasa de cambio del 14 de octubre del Banco Central de Venezuela serían casi 273 millones de dólares. Pero de acuerdo con los lineamientos del Ministerio de Educación Universitaria y la Opsu, lo que será asignado son 611 millardos de bolívares (1,3 millones de dólares).
Esto significa que el presupuesto de la USB se formuló para pagar sueldos y salarios, las becas estudiantiles en 720 bolívares, la bandeja del comedor en 80.000 bolívares, cubrir seis meses de pagos de servicios esenciales y un mes del servicio de Internet. “No habrá inversión de infraestructura, inversión académica posible, las becas no fueron ajustadas, el costo de la bandeja del comedor estudiantil tampoco, volvemos a tener un déficit. ¿Comenzar el año 2021 sobre la base de qué?”, se pregunta Azzato.
El Presupuesto Nacional 2021 aún no ha sido aprobado. Ricardo Menéndez, vicepresidente de Planificación del gobierno de Nicolás Maduro, entregó el documento el 14 de octubre ante la Asamblea Nacional Constituyente.
En la UCV la situación no es diferente. Con la asignación de 2,27 % del presupuesto solicitado, Amalio Belmonte, vicerrector administrativo encargado y secretario, dice que quedan “muy pocos recursos para mantenimiento, providencias estudiantiles”. Y agrega: “En 2019 el presupuesto asignado duró tres meses, este año duró un mes, el año que viene serán 15 días”.
La Universidad de Carabobo (UC) tiene que impermeabilizar toda la institución y hacer mantenimiento. “Lo aprobado es una cantidad bastante pequeña, pero podría tener incidencia para solucionar problemas puntuales si el envío de los recursos se hace a tiempo”, dice José Ángel Ferreira, vicerrector administrativo de la UC.
Las autoridades universitarias explican que a través de créditos adicionales, con montos a discreción del Ministerio de Educación, se pagan algunas insuficiencias que tiene la universidad.
“Las universidades están muriendo de mengua”, dice Azzato. Al déficit en la asignación del presupuesto, se suma que la ejecución es atemporal. “Estamos a octubre y lo que he recibido del presupuesto de 2020 es 20 %. Vamos a terminar el año y hay 80 % que no hemos podido ejecutar. Cuando llegue, estará tan devaluado que tampoco vamos a poder atender las necesidades de la institución”, sostiene Azzato.
Al culminar el primer semestre de 2020 la UC recibió 50 % del presupuesto. A la fecha, no han podido ejecutar el porcentaje restante. “Los presupuestos pueden ser adecuados y tener buena intención, pero si no llegan y no se ejecutan no van a llegar a ninguna parte”, opina Ferreira.
Para Ferreira la universidad en este momento es como una empresa sin recursos. “Está en quiebra”, dice. Sin embargo, cree que puede darse un rescate financiero si el presupuesto de 2021 se ejecutara en los primeros dos meses del año. “Si el gobierno no actúa con rapidez, va a quebrar toda la infraestructura nacional”, señala.
En 2019, la Comisión de Presupuesto de 11 universidades nacionales emitió un comunicado en el que expresó que el presupuesto ley no llegó regularmente en los primeros cuatro meses. Alertó de que, como consecuencia de la situación económica, se habían paralizado carreras, no contaron con recursos para adquirir papel, marcadores, reactivos ni otros insumos básicos.
Presupuesto y pandemia
Desde el 16 de marzo el Ministerio de Educación Universitaria estableció el programa Universidad en Casa, tras el decreto de la cuarentena y la suspensión de las actividades académicas. No todas las universidades han retomado actividades por la falta de condiciones en la infraestructura tecnológica, demanda de mejores sueldos y salarios y acceso a Internet.
“Están exigiendo la Universidad en Casa, donde el tema de la conectividad es fundamental, pero en la USB vamos a tener para solo un mes de Internet”, destaca Azzato. El anteproyecto de presupuesto que elaboró esta universidad tuvo como centro, considerando el contexto de la COVID-19, conectividad, infraestructura tecnológica, bonos de conectividad y planes de incentivos para profesores, empleados y obreros.
La UCV también solicitó al Ministerio de Educación un recurso especial para entregar una tabla a los estudiantes y robustecer el sistema tecnológico. En el caso de la UC, Ferreira sostiene que las autoridades ministeriales “en el papel destinaron recursos para tecnologías digitales y formación de profesores”. “Si ese dinero llega en enero de 2021, aun con la inflación, podría servir para algo”, agregó.
Azzato concluye: “Está en juego el futuro del país, porque las universidades son la única estructura organizada de generación de conocimiento. Si me dicen en este momento que la universidad también tiene que cerrar, entonces esto se acabó”.
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