Alex Saab, el empresario colombiano acusado de ser el testaferro del hombre fuerte venezolano Nicolás Maduro, alega que funcionarios estadounidenses han entrado a su celda en Cabo Verde para golpearlo y tratar de obligarlo a aceptar su extradición a Estados Unidos, denunció el martes su equipo de defensa en un comunicado.
Los abogados, encabezados por el juez español Baltasar Garzón, dijeron que Saab es víctima de una larga lista de atropellos y que las acusaciones formuladas en su contra son una maniobra política por parte de la administración Trump para desmantelar los mecanismos de suministro alternativo ideados por el empresario para ayudar al régimen de Caracas a sobrevivir las sanciones estadounidenses.
“El volumen de vulneraciones a las normas más elementales que deberían regir este proceso ya es alarmante”, entre las que se destaca “la visita, denunciada por el propio Saab, de funcionarios norteamericanos a su celda para golpearle y forzarle a aceptar la extradición”, dijo Garzón en un comunicado.
La defensa no brindó más detalles sobre las presuntas agresiones, pero en un artículo publicado en septiembre por el diario español El Mundo basado en una carta remitida desde su celda, Saab denunciaba que Estados Unidos “tiene a cuatro empleados nativos de Cabo Verde” que por las noches entraban encapuchados a su celda para golpearle.
“Me muelen a golpes y el propósito de estos delincuentes es que firme la extradición voluntaria a Estados Unidos y haga declaraciones falsas contra el presidente Maduro y su familia (…) ni con sangre firmo esas mentiras y calumnias contra un presidente que lucha por salvar a su pueblo en medio de un bloqueo inhumano”, publicó ese diario en una cita atribuida al empresario colombiano.
Saab, detenido el 12 de junio cuando su avión hizo escala en Cabo Verde rumbo a Irán, es acusado por la Fiscalía Federal del Sur de la Florida de operar junto a su socio Álvaro Pulido un sistema de corrupción y lavado que les habría permitido sacar $350 millones de Venezuela a cuentas en el extranjero.
De ser hallados culpables, podrían ser sentenciados a hasta 20 años de prisión, pero el empresario también es investigado en Estados Unidos bajo la sospecha de ser el arquitecto de un entramado financiero que ha permitido al régimen de Maduro evadir las sanciones, siendo la persona enviada por Caracas para negociar el oro y el petróleo que Caracas exporta por debajo de la mesa.
El empresario también había sido colocado en la lista negra del Departamento del Tesoro por supuestamente participar en un esquema de corrupción en sociedad con la familia de Maduro, que malversó cientos de millones de dólares del pueblo venezolano.
Garzón, un ex juez conocido en todo el mundo por llevar algunos de los más sonados casos de España, lleva meses argumentando que los derechos más básicos del empresario están siendo violados, incluyendo el hecho de que goza de inmunidad diplomática al ser un “Enviado Especial del gobierno de Venezuela”.
Esa designación, sin embargo, es puesta en duda por el cuestionamiento internacional sobre la legitimidad del gobierno de Maduro, cuya presidencia es desconocida por Estados Unidos y una alianza internacional de más de 55 países.
Pero las irregularidades, según Garzón, no terminan allí.
“A la fecha, la defensa no ha tenido acceso al original de la orden internacional de detención, cursada por Estados Unidos, con un objetivo (…) exclusivamente político, de manera de extraditarlo para acabar con el canal alternativo de abastecimiento para Venezuela ideado por Alex Saab, y de camino, tener una pieza fundamental en su jurisdicción para coaccionar procesalmente al Presidente de ese país, Nicolás Maduro”, dijo el ex juez en el comunicado.
De la misma manera, el equipo de abogados reclama que las autoridades aún no han aclarado las circunstancias que rodearon el hecho de que Saab fue detenido antes de que INTERPOL emitiera una alerta roja, ni el retraso injustificado del traslado del expediente desde el Tribunal Supremo de Barlovento, que tras casi dos semanas aún no ha llegado, agregó.
Los abogados también se quejan de que se les impidió el acceso a Saab tras la deportación, así como la prohibición de regresar al país por cinco meses de varios miembros del equipo, “violando con ello las normas del derecho a una defensa completa”.
“A esta situación se le une ahora una nueva y gravísima irregularidad que ya ha sido planteada por la defensa: el plazo máximo de privación de libertad en el marco de un proceso de extradición, bajo la legislación caboverdiana, es de 80 días. Sin embargo, Saab lleva ya más de 5 meses preso”, dijo Garzón.
Previamente, el ex juez español había advertido que Saab estaba siendo recluido bajo situaciones extremas en Cabo Verde, encerrado sin luz por 23 horas al día y obligado a bañarse con un balde de agua.
“La situación de Alex Saab en prisión en Cabo Verde es insostenible. La defensa tiene constancia de que permanece encerrado 23 horas al día sin luz. Su celda es de 2 metros por 2 metros, que incluye un hueco en el piso para hacer sus necesidades y encima bañarse con un balde”, declaró Garzón en el mensaje escrito en agosto.
“Con un calor extremo. Y esto respecto de una persona que tiene serios problemas de salud derivados de dolencias anteriores y que ha perdido casi 20 kg en 54 días”, dijo, y añadió que son “unas condiciones muy graves” que en casos similares, si no fuera EEUU “el agente de persecución, no se llegarían a producir”.
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