El presidente del Tribunal Superior Electoral (TSE) de Brasil, Luis Roberto Barroso, afirmó este jueves que algo «atípico» está ocurriendo en Estados Unidos, la mayor democracia del mundo, en la que no se cumple el rito mundial según el cual el perdedor de una elección reconoce su derrota.
EFE
«No me gustaría hacer un juicio de valor sobre política de otros países pero alguna cosa atípica está ocurriendo», dijo la máxima autoridad electoral brasileña, que fue observador en las elecciones de Estados Unidos, en una entrevista que concedió a corresponsales extranjeros en Brasil, entre los cuales estaba la Agencia EFE.
«En las elecciones estadounidenses, como en las democracias en general, existe un rito no escrito pero importante que es el momento de reconocimiento del candidato que perdió y el de aceptación del candidato que venció. Alguna cosas parece no estar marchando bien en ese dominio envolviendo esos dos ritos», afirmó el magistrado.
Barroso aseguró que asistió al discurso de aceptación del presidente electo y a las informaciones en que todos los medios de comunicación documentan que el candidato demócrata, Joe Biden, obtuvo no sólo el mayor número de delegados para el colegio electoral sino también el mayor número de votos a nivel popular.
«Como ciudadano tengo cierta impresión de que el juego ya fue jugado», agregó el magistrado al dar a entender que le parece extraño la demora en reconocer la derrota del presidente Donald Trump, que intentó la reelección.
El magistrado, que también es miembro de la Corte Suprema de Brasil, aclaró que no es un comentarista político ni puede pronunciarse sobre elecciones en otro país en su calidad de presidente del Tribunal Electoral pero que, como representante de una institución democrática, sí puede dar un punto de vista con la cautela necesaria.
ESPERA QUE CANCILLERÍA BRASILEÑA SE PRONUNCIE
Agregó que prefiere abstenerse de otros comentarios incluso porque el Ministerio de Relaciones Exteriores de Brasil, a diferencia de lo que hicieron varios países, principalmente los europeos, aún no ha reconoció oficialmente la victoria de Biden en las elecciones de Estados Unidos.
Trump se niega a reconocer su derrota electoral y ha presentado una serie de demandas para intentar revertir en los tribunales los resultados electorales, que proyectaron a Biden como ganador.
Según los últimos conteos, Biden cuenta con 290 delegados en el colegio electoral, por encima del mínimo necesario de 270 para garantizar la victoria, mientras que Trump tiene 217 y faltan 42 por decidir.
El número de países que aún no han reconocido a Biden se ha ido reduciendo, pero incluye a las dos principales potencias de Latinoamérica -México y Brasil- además de a Rusia y a China.
Barroso afirmó que el mundo ha sufrido en los últimos años tres olas diferentes que cuando se acumulan provocan una tempestad democrática y que son el populismo, el conservadurismo radical y el autoritarismo.
«Esos fenómenos ocurrieron en diferentes partes del mundo y son preocupantes en países como Hungría, Polonia, Venezuela y Nicaragua. Nadie espera que algo semejante ocurra en Estados Unidos, sería algo sorprendente», afirmó.
«No soy un comentarista político pero puedo decir que la democracia estadounidense está ahí hace muchos años y ha funcionado bien, y que una democracia depende más de las instituciones que de las personas. Si al final del escrutinio, la victoria de uno de los candidatos es incontestable, para mí sería inadmisible un resultado diferente al manifestado por las urnas», agregó.
JUDICIALIZACIÓN DE ELECCIONES DE 2000 COSTÓ CARO
Barroso recordó que las elecciones presidenciales de 2000 en Estados Unidos fueron cuestionadas ante los tribunales y que la Suprema Corte tuvo que tomar una decisión que «costó caro» en un país en el que la legislación electoral es estatal (de los estados) y no federal.
«Una decisión de esas desprestigia a un tribunal porque lo que fortalece a un tribunal es su distanciamiento de posiciones políticas», afirmó.
De acuerdo con el magistrado brasileño, la intervención del tribunal en el resultado electoral «dejó la percepción popular de que la Suprema Corte es una instancia política y que si tiene mayoría republicana define de una forma y si tiene mayoría demócrata define de otra. Los tribunales pueden ser criticados por cualquier cosa pero no por tener lado».
La autoridad electoral brasileña agregó que espera que, si el resultado de las elecciones de este año también es llevado a los tribunales, las decisiones sean técnicas y que todos respeten los resultados.
«Tengo la firme expectativa de que, a pesar de esos ruidos, las cosas terminarán bien bajo pena de provocar cierta opacidad en ese liderazgo que Estados Unidos ejerce en el mundo como país estable y de instituciones fuertes», afirmó.
Interrogado sobre los fraudes denunciados por Trump, Barroso dijo que en su condición de observador electoral en Maryland y en Washington no vio nada absolutamente equivocado. «Todo me pareció regular y sin margen a fraude, pero no puedo hablar por los 50 estados», afirmó.
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