En medio de la crisis que vive el país varias organizaciones preparan campañas para llevar alegría a los más necesitados durante el mes de diciembre.
La Voz de América conversó con los creadores de algunas de estas iniciativas, en momentos en que la época navideña en Venezuela ya no es sinónimo de regalos y comida para muchos de sus ciudadanos, los cuales han visto caer su poder adquisitivo en los últimos años producto de la crisis económica.
De acuerdo con La Encuesta de Condiciones de Vida (Encovi), que evaluó el periodo entre 2019 y 2020, al menos 96% de los hogares presenta pobreza de ingreso, un 73% está en la pobreza extrema y 639.000 niños menores de cinco años tienen desnutrición crónica.
A estas cifras se suma la inflación reinante. La Asamblea Nacional, a través del Observatorio Venezolano de Finanzas, reportó que entre enero y octubre de 2020, la inflación acumulada alcanzó 1.798,57%, esto en un país donde el salario mínimo no llega a un dólar, de acuerdo a la tasa oficial.
En medio de este panorama muchas personas reciben las fechas festivas de fin de año, encarando la imposibilidad de elaborar algún plato navideño, como las tradicionales hallacas o el pan de jamón. Muchos tampoco están en condiciones de comprar regalos para los más pequeños de la casa, mucho menos adquirir ropa o zapatos para Nochebuena y Año Nuevo.
Por esta situación, que se ha agudizado con la pandemia por COVID-19, varias fundaciones venezolanas han decidido crear programas especiales para estas fechas. La intención es que niños y adultos en situación de pobreza puedan pasar una Navidad diferente a la que sus ingresos económicos podrían permitirles.
“Nuestro objetivo es regalar sonrisas”
“Un juguete, una buena noticia”, se nombra el grupo conformado por trabajadores de la prensa venezolana, que se reunió hace unos meses para conversar sobre lo duro que ha sido el 2020 y lo difícil que sería para los más vulnerables la época decembrina. Con el incentivo de apoyar, el grupo decidió por segundo año consecutivo trabajar en recolectar 100 juguetes para 100 niños y comida para 40 familias en condiciones críticas, a las que lograron llegar gracias a la cooperación de trabajadoras sociales en distintas comunidades del país.
“La campaña inició el 18 de noviembre y culmina el 18 de diciembre con la entrega de los donativos a las personas. Vamos a hacer la recolección hasta el día 15 para poder hacer un inventario y organización de todas las cosas que recibimos”, informó en entrevista con la VOA la periodista y coordinadora de la organización, Dayimar Ayala.
La meta es que la gente pueda ayudar de varias formas: comprando un juguete o comida no perecedera para armar los combos y donando juguetes en excelente estado. Quienes están fuera del país pueden escribir a [email protected] o por las redes sociales @UnJugueteUnaBuenaNoticia por Instagram.
Los niños y familia que recibirán el beneficio ya fueron contactadas y censadas, la mayoría están ubicados en la ciudad de Caracas, otros en el estado Aragua.
Para este año 2020, «Un juguete, una buena noticia» incluyó alimentos en su programa de ayudas debido a la grave crisis del país, la cual limita a muchos ciudadanos a comprar productos de primera necesidad.
“Decidimos no solamente darles a los niños la ilusión, la sonrisa y la oportunidad de tener un juguete propio, sino también un poco de sosiego a sus familias que están pasando por situaciones precarias y difíciles”, agregó Atala.
De acuerdo con la comunicadora, el objetivo de esta iniciativa es regalar sonrisas y un poco de calma para las personas de escasos recursos en esta época navideña.
“Todos pueden ayudar”
Desde que inició la cuarentena en Venezuela, a principios de marzo, la locutora y comediante Verónica Gómez se juntó con otros amigos para idear la forma de ayudar a los abuelos que viven solos en Caracas por diversas causas. Así fue como nació Plan Buen Vecino.
Desde entonces, la organización reparte almuerzos a las personas de la tercera edad en toda Caracas. Para esta temporada de Navidad prevé entregar bolsas de alimentos y un plato navideño gracias a las colectas y donaciones que reciben.
“Todos pueden ayudar. Si alguien que lee hace unas galletas preciosas y quiere hacer para los abuelitos, eso es un detalle hermoso. Más allá de la comida, la bolsa especial es para que ellos sepan que no están solos. Que aquí estamos sus nietos sustitutos”, comenta Gómez a la VOA.
Para la locutora esta ayuda es una forma de agradecimiento a los abuelos, y también un recordatorio para que no se sientan solos, pese a que sus familiares ya no están en el país.
“Le debemos demasiado a nuestros abuelos, a los que nos cuidaron, nos consintieron, a los que nos han aconsejado con su sabiduría. No queremos que se sientan solos en una época cómo esta”, manifestó.
“Queremos dar el ejemplo”
Cada año, desde octubre hasta diciembre, la campaña “Todo empieza por casa” de la Fundación OrbeEx, inicia su labor de recaudar la mayor cantidad de insumos para donar en las comunidades en las que trabajan durante todo el año. En estas zonas hay niños, adolescentes, madres solteras y adultos mayores en condiciones vulnerables. Se trata de aproximadamente 4.500 beneficiarios.
Las personas pueden colaborar con comida, ropa, juguetes nuevos o usados en buen estado, medicinas y útiles escolares
“Trabajamos en alianza con Fundación Huellas de Bondad en estas comunidades con nuestros programas de formación todo el año. En los eventos de esta última campaña del año, queremos dar el ejemplo desde “casa” que es nuestro país y regalarles un día especial a nuestros beneficiarios”, detalló la fundación.
“La misión es brindar felicidad”
Desde el año 2019, “Un niño, un juguete” recolecta regalos para los niños que acuden a los comedores de Alimenta la Solidaridad. En este 2020 la intención es seguir con la labor que, aseguran, busca “ayudar a Santa”.
Ronald Aristimuño, creador de la iniciativa, comenta que las personas pueden donar dinero, comida y juguetes para colaborar con los niños. Para este año esperan entregar los donativos el próximo 7 de diciembre en un restaurante ubicado en Caracas, en el que los niños también recibirán un almuerzo navideño, además de un día de playa.
Aristimuño dice que la misión del programa es brindar felicidad y que la gente, a través de la ayuda, puede hacer feliz a muchas otras que lo necesitan. “Esa es la misión, no solo estas navidades, sino siempre, es simplemente dar felicidad”, afirma.
Para el creador de “Un niño, un juguete” la motivación principal para llevar adelante el proyecto es ayudar a otros.
“Para mí ayudar es una de las cosas más bonitas que existen. Es algo que no tiene valor, que no tiene tamaño, que no se puede medir de lo significativo que es para mí. Es poder darle la mano a alguien y poder estar ahí siempre para esas personas”, concluye.
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