Desde el 26 de octubre de 2020 Roland Carreño, el reconocido periodista larense, pasa sus días en una celda como preso político y cuyo caso ha estado cargado de vicios y violaciones. Hace 48 horas su defensa, a cargo de un grupo de abogados entre ellos Joel García, denunció su desaparición forzada por segunda vez en lo que lleva de cautiverio, justo el día en que un tribunal en Cabo Verde, África, aprobó la extradición de Alex Saab, el empresario vinculado con Nicolás Maduro, y señalado por la justicia internacional de haber armado una red de lavado de activos que logró millonarios recursos por la exportación ficticia de alimentos a Venezuela.
Ana Uzcátegui | La Prensa de Lara
«En comparativo es como si Alex Saab representara para el régimen lo que significa Roland Carreño para la oposición y para Juan Guaidó», soltó Daniel Orellana, coordinador de Voluntad Popular (VP) en Lara. Explicó que el comunicador fungía como Coordinador Operacional Nacional de la tolda naranja. «Él manejaba todos los movimientos del partido en los 335 municipios del país, toda la estructura estaba en sus manos. Su trabajo era operativo no político, nunca intervino en las acciones de Guaidó ni en las de Emilio Graterol, coordinador nacional», comentó.
Su arresto se produjo dos días después de que Leopoldo López huyera a Madrid tras escaparse de la embajada de España en Venezuela, donde permanecía desde el 30 de abril de 2019. El gobierno señaló a Carreño de organizar escapatoria. A Ronald lo detuvieron funcionarios de la Policía Nacional Bolivariana (PNB) en su carro particular, estaba acompañado de dos jóvenes, Jefferson Santos y Elías Rodríguez, quienes fueron liberaron 24 horas después sin cargos, pero al comunicador lo acusaron de «más delitos que Al Capone», el gángster estadounidense más famosos de los últimos tiempos, comentó José Gregorio Zaa, abogado penal y coordinador político de VP en el estado, al referirse que a la fecha la Fiscalía no ha presentado las pruebas de sus denuncias.
«Roland duró 24 horas sin que su familia tuviera conocimiento de su paradero y sin acceso a sus abogados. El 28 de octubre lo presentaron en el Tribunal Cuarto de Control con competencia en terrorismo. Ahí le fueron imputados tres delitos, el de conspiración, tráfico ilícito de armas y financiamiento al terrorismo. Posteriormente el 15 de diciembre le fue imputado un nuevo delito que es el de asociación para delinquir», explicó Joel García, su abogado a LA PRENSA DE LARA.
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