Los miembros del Comité de Medicamentos de varias sociedades científicas de Alergología e Inmunología Clínica han asegurado que la vacuna de Pfizer y BioNTech frente a la Covid-19 no presenta más contraindicaciones en los pacientes alérgicos que en cualquier otra persona de la población general.
Por LA RAZÓN
“No se puede generalizar la evitación de vacuna a todas aquellas personas que han tenido reacciones graves con medicamentos y/o alimentos. Las reacciones alérgicas que pueden aparecer tras la administración de una vacuna dependerán de la composición de la misma, y los excipientes se utilizan para dar estabilidad al principio activo, mantener su esterilidad o dar sabor”, han dicho los expertos.
En general, explican, las vacunas frente a los virus pueden variar en su composición tanto en el principio activo, como en sus excipientes. Concretamente, como principio activo la mayoría están formadas por virus atenuados o fragmentos proteicos, y otras como la del coronavirus de Pfizer, por ARN del virus vehiculada en nanopartículas lipídicas de polietilenglicol; y como excipientes, algunas, como por ejemplo la triple vírica o la de la gripe, pueden contener trazas de proteínas de huevo y algunos antibióticos.
En el caso concreto de la vacuna del Covid, contiene polietilenglicol o PEG y no contiene trazas de huevo ni antibióticos. Por tanto, los expertos han aseverado que la vacuna de Pfizer frente a la Covid 19 “no presenta más contraindicaciones” en los pacientes alérgicos que cualquier otra persona de la población general, aunque no se recomienda en aquellas que han sufrido reacciones alérgicas previas a sus componentes.
Asimismo, los expertos han recordado que en la ficha técnica de cada vacuna se informan de las precauciones y contraindicaciones de cada una de ellas, con la finalidad de evitar situaciones que puedan poner en riesgo al paciente. Por otra parte, el profesional que administra las vacunas debe conocer tanto las contraindicaciones como las precauciones necesarias para su administración, así como disponer los medios adecuados para el tratamiento de un eventual efecto adverso, ya sea una reacción alérgica o de otro tipo.
En general no se aconseja administrar vacunas en personas con inmunosupresión, u otras alteraciones de la inmunidad, ya que pueden producir una respuesta inadecuada en dichos sujetos; tratamiento anticoagulante o cualquier otro desorden sanguíneo que contraindique la administración intramuscular de un fármaco; y con enfermedad moderada o grave descompensada, como pudiera ser crisis de asma, GE (gastroenteritis eosinofílica), descompensación de la diabetes.
Tampoco se aconseja en pacientes con edad menor de la que figure en ficha técnica, siendo la edad recomendada de administración, en el caso de la vacuna del Covid, a partir de los 16 años, básicamente porque “no se han realizado estudios suficientes” en población con edades menores de esa edad.
“Presentar una alergia a penicilina, a analgésicos o a pólenes o alimentos vegetales o seguir un tratamiento con corticoides tópicos o inhalados, por ejemplo, no tiene porqué contraindicar la administración de una vacuna”, han enfatizado los expertos.
Finalmente, han señalado que las reacciones alérgicas son poco frecuentes, por lo que también se tendría que conocer el número de personas a las que se les ha administrado la vacuna, para valorar si esta reacción ha sucedido de forma excepcional o no.
“Es necesario realizar un estudio alergológico a los sujetos que hayan experimentado reacciones alérgicas a vacunas o preparados que contengan polisorbatos y a las vacunas contra el Covid-19 en particular, para poder identificar las sustancias desencadenantes de la reacción. No es necesario realizar de forma sistemática un estudio alergológico previo a la administración de la vacuna a todos los sujetos con reacciones graves a fármacos y/o alimentos”, ha zanjado.
EP
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