Cuesta creer que uno de los clubes que ha marcado los últimos 15 años del fútbol mundial, que ha conformado uno de los mejores equipos de la historia, que ha conquistado cuatro Champions League en 9 años, que se ha nutrido de futbolistas de su propia cantera y que le dio la base a la selección de España campeona del Mundial 2010, haya expuesto un balance catastrófico en donde los números rojos sobresaltan por doquier.
Este lunes se publicó memoria económica del Barcelona de la temporada 2019/20 y esta arrojó una deuda de 196,7 millones de euros (USD 238,8 millones) solamente en traspasos de jugadores. Es que el club ha aumentado en un 55,5% la deuda neta en una sola campaña, y la ha elevado a los 488 millones de euros (USD 592,4 millones) en 2019/20. También ha incrementado en un 31% la deuda a corto plazo, que pasa a 731 millones de euros (USD 887,4millones).
Este panorama desolador se explica por la pésima gestión de Josep María Bartomeu quien renunció en octubre del año pasado al ser acorralado por los socios quienes habían logrado la aprobación del voto de censura que buscaba removerlo a él y al resto de la cúpula dirigencial de sus cargos.
Entre las partidas del debe se encuentran esos USD 238,8 millones os por traspasos de futbolistas, como el de Frenkie de Jong, por el que el club catalán aún tiene que pagar al Ajax USD 58,2 millones; Philippe Countinho (USD 48,5 millones al Liverpool); Francisco Trincao (USD 11,9 millones al Sporting de Braga); Junior Firpo (USD 10,9 millones al Betis); o Matheus Fernandes, fichado del Palmeiras hace un año, y por el que todavía se adeuda al club brasileño más de USD 5,5 millones, pese a que el jugador solo ha disputado 17 minutos con el primer equipo.
En cambio, el Barça solo tiene pendiente de cobrar en traspasos USD 56,3 millones, por lo que el balance en esta partida arroja un saldo negativo de USD -182,4 millones.
Con semejantes compromisos económicos por delante y un balance en rojo, la renovación de Lionel Messi queda más que lejana. El argentino acaba su contrato en junio de este año y aún no se ha sentado a negociar, aunque lo hará cuando se celebren las elecciones cuya fecha está programada para los primeros días de marzo. El Diez ya ha dejado en claro que lo económico no es prioridad en su decisión sino que lo deportivo es lo que le interesa.
Así parece que si el ganador en los comicios no le presenta a Leo una propuesta ambiciosa que busque llevar al Barcelona nuevamente a la gloria, el rosarino podría dar un paso al costado y marcharse. Ante este panorama cuesta creer que el próximo presidente le asegure la compra de refuerzos de jerarquía si no hay dinero siquiera para pagar los fichajes de jugadores que ya están en el club.
Según la memoria anual, durante la temporada 2019/20 la entidad tuvo unos ingresos de explotación de USD 1.074,8 millones, cuando la previsión era la ingresar 1.285,5 millones, aunque esto se le atribuye a la pandemia del coronavirus. Es que esta reducción de ingresos de un 14% con respecto al balance anterior proviene principalmente del retorno parcial de abonos a los socios, la pérdida de boletos por los partidos a puerta cerrada y de los ingresos de explotación de instalaciones (Museo, Hospitality, eventos, entro otros).
También por el pronunciado descenso de ingresos de Media a causa del aplazamiento de las competiciones, que ha generado que parte de la facturación por los derechos de televisión para la Liga y la Champions League se hayan trasladado a la temporada contable 2020/21.
En esta última temporada el costo deportivo sobre ingresos ha sido del 74%, 6 puntos más respecto a la temporada 2018/19, aunque el costo salarial ha sido un 5% inferior debido a las rebajas salariales acordadas y al ERTE aplicados por la pandemia.
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