El equipo legal de Donald Trump urgió el lunes, en la víspera de su juicio político, a desestimar un caso considerado constitucionalmente defectuoso y señaló que es «absurdo» responsabilizar al expresidente por la asonada contra el Capitolio estadounidense.
Pero los demócratas a cargo de la acusación respondieron afirmando que el magnate es responsable del «más grave crimen constitucional jamás cometido» por un mandatario de Estados Unidos al incitar a sus seguidores a asaltar la sede del Congreso el 6 de enero.
La Cámara de Representantes acusó a Trump por segunda vez el mes pasado por su papel en la incitación a los disturbios que dejaron cinco muertos en el Congreso, y su juicio comienza el martes con los 100 miembros del Senado como jurados.
Los líderes de la cámara anunciaron que llegaron a un acuerdo con los equipos legales sobre las reglas del proceso, previsto para arrancar el martes a las 13H00 locales (18H00 GMT) con el debate y la votación sobre la constitucionalidad del juicio en sí mismo.
Los argumentos serán escuchados desde el miércoles, con cada parte disponiendo de 16 horas en dos días.
Por cuarta vez en la historia, un presidente estadounidense acusado será juzgado. Dos de estos procesos involucran a Trump, una figura política profundamente golpeada pero que sigue siendo una fuerza importante en el Partido Republicano.
Acusado de «incitación a la insurrección», es probable que una vez más evite la condena debido al apoyo leal del partido en el Senado, pero sus abogados sostuvieron en su presentación preliminar que la Constitución no otorga a la Cámara Alta jurisdicción para juzgar a un expresidente.
«El Senado debería desestimar estos cargos y absolver al presidente porque claramente esto no es lo que los redactores querían o lo que permite la Constitución», escribieron sus abogados defensores Bruce Castor, David Schoen y Michael T. van der Veen.
«Satisfacer el hambre de los demócratas de la Cámara de Representantes por este teatro político es un peligro para la democracia de nuestra República y los derechos que apreciamos».
La defensa utilizó un lenguaje categórico en su escrito de 78 páginas, diciendo que era «simplemente absurdo» argumentar que Trump de alguna manera invocó a una turba para cometer un crimen violento, y que quienes atacaron el Capitolio el 6 de enero lo hicieron por su propia cuenta.
Los abogados fueron igualmente contundentes al rechazar la viabilidad de destituir a un expresidente «de un cargo que ya no tiene».
– En manos del Senado –
El presidente Joe Biden, que sucedió a Trump el 20 de enero, intervino brevemente en el tema este lunes pero se negó a pronunciarse sobre si Trump debería ser declarado culpable o se le debería negar el derecho a ocupar cargos políticos en el futuro.
«Dejaremos que el Senado lo resuelva», dijo Biden.
La portavoz de la Casa Blanca, Jen Psaki, aseguró después a los periodistas que las opiniones de Biden sobre Trump eran claras y que se enfrentó al presidente en las urnas «porque consideraba que no era apto para el cargo».
«Pero va a dejar que sea el Senado el que vea este procedimiento de juicio político», dijo Psaki.
En caso de que Trump sea condenado, el Senado votará entonces por mayoría simple si le prohíbe ostentar cargos públicos en el futuro, según confirmó el líder de la mayoría Chuck Schumer.
Los nueve «gerentes» de la acusación, todos legisladores demócratas de la Cámara Baja y abogados, dieron sus contraargumentos finales el lunes, rechazando las alegaciones de Trump.
«Su incitación a la insurrección contra el gobierno de Estados Unidos -que causó la disrupción de la transferencia pacífica del poder- es el más grave crimen constitucional jamás cometido», expusieron.
– Conservadores leales –
Los procedimientos tendrán lugar en la misma cámara del Senado que fue asaltada por los alborotadores, amenazando la vida de los congresistas en un esfuerzo por detener la certificación ceremonial de la victoria electoral de Biden.
Los «gerentes» de la acusación argumentaron en un escrito anterior que Trump, que reunió a sus partidarios en Washington poco antes del asalto multitudinario, fue «singularmente responsable» de los disturbios.
Y dijeron que absolver al magnate -que escapó a la condena en su primer juicio de destitución en 2020- podría hacer un grave daño a la democracia del país.
Pero para condenarlo se requeriría el voto de más de dos tercios de los senadores, lo que significa que 17 republicanos tendrían que romper filas y unirse a los 50 demócratas, lo que se considera casi imposible.
El apoyo público a una condena de Trump es -no obstante- más fuerte ahora que durante su primer juicio político, según una nueva encuesta de Ipsos/ABC News.
Según el acuerdo alcanzado, el juicio discurrirá hasta el viernes por la noche, cuando hará un receso para el Sabbath, antes de retomarse el domingo por la tarde para adaptarse así a uno de los abogados de Trump, de fe judía