El presidente haitiano, Jovenel Moise, quiere forzar la retirada de tres jueces que la oposición ha designado como posibles mandatarios interinos, en un contexto de crisis y tensión por la dirección del país.
“Los ciudadanos Yveckel Dieujuste Dabresil, Wendelle Coq Thelot y Joseph Mecene Jean-Louis, jueces del Tribunal de Casación, están jubilados”, anuncia el número especial del Diario Oficial de Haití.
Estos tres jueces, en un país donde el poder judicial es teóricamente independiente según la Constitución, forman parte de la oposición política que considera que el mandato de Moise terminó el pasado domingo.
La ley haitiana establece que los jueces del más alto tribunal de apelaciones del país son “inamovibles” y que “sólo pueden ser removidos por incumplimiento legalmente pronunciado o suspendidos solo después de una acusación”.
La decisión de Moise es una presión adicional contra la oposición política que el lunes designó a Joseph Mecene Jean-Louis como presidente interino.
El domingo por la noche, Joseph Mecene Jean-Louis, de 72 años, declaró en un mensaje de video que “acepta la elección de la oposición y la sociedad civil para poder servir al país como presidente interino de la transición”.
El ministro de la Justicia, Rockefeller Vincent, calificó la declaración de Jean Louis como un “desvarío rayando en la locura” y ordenó tomar “todas las medidas coercitivas” que sean necesarias para mantener el orden en el país.
Horas después, Moise ordenó la jubilación de Jean Louis y otros dos jueces opositores por medio de un decreto que aparentemente viola la Constitución.
El juez Yveckel Dieujuste Dabresil, de 52 años, está actualmente detenido en Puerto Príncipe, en la sede central de la policía judicial. Forma parte del grupo de 23 personas detenidas por la policía en la noche de sábado y la madrugada del domingo, acusadas por las autoridades de un “intento de golpe de Estado”.
El presidente de la Corte, René Sylvestre, se pronunció este lunes al respecto a través de un comunicado, en el que recordó a los jueces su obligación de “desmarcarse de la política”.
Tras estas acciones, la Policía realizó inspecciones este lunes en la Corte de Casación, en el Consejo Superior del Poder Judicial (CSPJ) y en una vivienda supuestamente usada por el grupo acusado de conspirar contra el Estado, en el sector de Tabarre.
Moise sostiene que su período al frente del país caribeño culmina el 7 de febrero de 2022. Pero esta fecha es denunciada por una gran parte de la población haitiana, según la cual el mandato de cinco años de Moise terminó el domingo 7 de febrero de 2021.
Basándose en la Constitución, la oposición y numerosos grupos, incluidos el Colegio de Abogados y la Iglesia católica, consideran que el mandato de Moise expiró este domingo.
El martes, después de haber permanecido encerrados en sus casas durante 48 horas, los habitantes de Puerto Príncipe siguieron limitando sus movimientos al mínimo estricto, dada la tensión reinante.
En plena crisis, los militares anunciaron que se mantendrán fieles a Moise, quien refundó las Fuerzas Armadas en 2017, dos décadas después de haber sido disueltas por el entonces presidente, Jean-Bertrand Aristide.
Moise tiene cada vez menos apoyos dentro del país, pero el pasado viernes recibió el respaldo expreso del Gobierno de Joe Biden en la tesis de que su mandato dura hasta 2022.
Heredero político de Michel Martelly, Moise vivió uno de los mandatos más turbulentos desde la revuelta armada que desalojó del poder a Aristide en 2004.
Desde 2018, Puerto Príncipe se paraliza frecuentemente por manifestaciones violentas, convocadas en protesta por la corrupción, la pobreza arraigada o por la creciente criminalidad de las bandas armadas que se han adueñado de varias barriadas de la capital.
Debido a las protestas, se aplazaron sin fecha las elecciones legislativas previstas para 2019, lo que llevó a dejar prácticamente clausurado el Parlamento (bicameral) en enero de 2020 y le ha permitido a Moise a gobernar por decreto desde entonces.
La comunidad internacional ha criticado al gobernante por extralimitarse en sus funciones con los decretos, mientras que la oposición lo tilda de “dictador”.
No obstante, Moise ha convocado elecciones para el próximo septiembre y no podrá optar a la reelección en ningún caso, ni estando en vigor la Ley Sustantiva actual ni en la hipótesis de que prospere su proyecto de una nueva Constitución.
Con información de AFP y EFE
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