«Como mujer embarazada, mi mayor preocupación era la seguridad», dice Irène Mathieu. En su segundo trimestre de embarazo tuvo que elegir si recibir o no la vacuna contra el coronavirus.
Por BBC
Al ser una trabajadora sanitaria en la ciudad estadounidense de Charlottesville, Virginia, era elegible para ser vacunada. Pero la doctora Mathieu tenía muchas dudas.
«Por un lado, tengo un mayor riesgo de contraer la covid-19 porque soy médica de atención primaria», dice.
«Y aunque la vacuna es nueva, no está elaborada con virus vivos y tenemos un largo historial de administración segura de vacunas vivas atenuadas a embarazadas».
«Por otro lado, no tenemos datos sobre la seguridad de la vacuna de la covid-19 durante el embarazo».
Estas son algunas de las preguntas que se hacen las mujeres embarazadas y madres lactantes. Consultamos a varias especialistas.
1. ¿Cuál es el consejo de vacunación para las mujeres embarazadas?
Hasta ahora, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha publicado consejos sobre las vacunas contra la covid-19 de Pfizer-BioNTech y Moderna, y no recomienda la vacunación de mujeres embarazadas en este momento.
Eso se debe a la falta de datos, no a que haya evidencia de que las vacunas sean dañinas.
Pero, cuando una mujer embarazada tiene un riesgo inevitablementealto de exposición al virus, como en el caso de una trabajador ade la salud, o tiene comorbilidades (dos o más trastornos o enfermedades relacionadas), entonces la OMS dice que «la vacunación puede considerarse tras discutirlo con su proveedor de atención médica».
La OMS también señala los riesgos de la covid-19 durante el embarazo.
«Las mujeres embarazadas tienen un mayor riesgo de sufrir covid-19 grave que las mujeres no embarazadas, y la covid-19 se asocia con un mayor riesgo de parto prematuro», dice la guía de la OMS.
La doctora Mathieu discutió ampliamente el tema con su médico y con colegas de atención médica que también estaban embarazadas.
«Cuando consideré los riesgos teóricos pero desconocidos de una nueva vacuna y los riesgos reales de la covid-19 durante el embarazo, para mí, la decisión fue clara», dice Mathieu.
Recibió la primera dosis de la vacuna de Pfizer-BioNTech en enero y está pendiente de recibir la segunda en febrero.
Otras mujeres tomaron decisiones diferentes.
Joanna Sullivan, de Ohio, EE.UU., espera su primer bebé para junio. No pretende ponerse la vacuna hasta después de dar a luz.
Si bien sostiene que sería «útil» ver cómo responden a la vacuna otras mujeres embarazadas, Sullivan dice que ella probablemente esperará.
2. ¿Qué dicen los datos?
Hasta ahora, no hay muchos datos.
«Aún no se han iniciado ensayos en embarazadas para las vacunas que han sido autorizadas para su uso, a pesar de que existen datos de seguridad tranquilizadores y una eficacia muy alta», dice Carleigh Krubiner, miembro de la facultad del Instituto de Bioética Johns Hopkins Berman, en Baltimore, Maryland, Estados Unidos.
No hay ninguna sugerencia de que la vacuna tenga algún riesgo para las mujeres embarazadas y lactantes, simplemente los estudios aún no se han realizado.
Pfizer siguió la guía de la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés), al excluir a las mujeres embarazadas y en período de lactancia de sus ensayos clínicos.
Dicen que estas mujeres comenzarán a ser evaluadas este año, después de la finalización de los denominados estudios de toxicidad para el desarrollo y la reproducción (DART), que suelen realizarse en animales.
3. ¿Por qué los datos no incluyen a mujeres embarazadas?
Los expertos dicen que es normal.
«En tiempos no pandémicos, si se habla de una vacuna nueva, la mayoría de las personas razonables comprometidas con promover los intereses de las mujeres embarazadas y sus bebés dirían que no debemos involucrarlasen los primeros ensayos clínicos», dice la doctora Ruth Faden,de la Universidad Johns Hopkins y especializada en los derechos y la salud de las mujeres embarazadas.
En bioética, las mujeres embarazadas se describen como una «población compleja», dice Faden.
«En ningún otro caso hay dos entidades [madre y feto] que sean objeto de preocupación moral».
Algunos expertos se refieren a eventos anteriores en los que la falta de datos ha provocado retrasos masivos o incluso la negación total del acceso a vacunas que salvan vidas.
«En el caso del ébola, a las mujeres embarazadas y lactantes en la República Democrática del Congo inicialmente no se les permitió recibir vacunas durante los primeros meses de lanzamiento de las mismas», dice Carleigh Krubiner.
«Las mujeres de las comunidades afectadas denunciaron que efectivamente las estaban enviando a la muerte, sin protección contra una enfermedad con una alta mortalidad y una muerte fetal cercana al 100%».
La especialista dice que algunas mujeres en periodo de lactancia decidieron tomar «vacaciones de lactancia»innecesarias y potencialmente dañinas para acceder a las vacunas
Con la pandemia actual, dice Krubine, «la falta de datos puede hacer que muchos duden en utilizar vacunas altamente beneficiosas y, en última instancia, seguras», lo que los llevaría a renunciar a la vacunación , la cual «protegería y promovería la salud tanto materna como neonatal».
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