El número de muertes por covid-19 en las prisiones brasileñas aumentó un 190 % en el primer bimestre del año, en relación con los dos últimos meses de 2020, según un estudio realizado por el Gobierno divulgado este jueves.
Según el estudio, desde que la pandemia del coronavirus llegó al gigante suramericano, unas 340 personas han fallecido por el virus en las cárceles brasileñas y más de 67.000 han sido contagiadas por la covid-19.
Las cifras reflejan la crítica situación que vive Brasil por la pandemia y lo confirman como el país más afectado por la covid en la actualidad, con más de 300.000 muertos y 12 millones de personas contagiadas.
El estudio, realizado desde junio del año pasado por el Consejo Nacional de Justicia y con el apoyo del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y el Ministerio de Justicia y Seguridad Pública, actualiza quincenalmente los miércoles la situación en el sistema penitenciario del país, incluidos los centros socioeducativos de reclusión para menores de edad.
De acuerdo con el último informe, entre el 22 de febrero y el 22 de marzo, la tasa de defunción en las cárceles aumentó un 17,6 %, más del doble del identificado un mes antes (8,4 %).
En total, 334 personas, entre reclusos y funcionarios, han perdido la vida por la covid en los centros penitenciarios de Brasil.
El informe también señaló que en los primeros 67 días de este año, el número de muertes por la enfermedad fue un 190 % superior al registrado en los últimos dos meses de 2020.
En cuanto a casos confirmados con el virus, el sistema penitenciario del gigante suramericano registró 67.262 contagios por el coronavirus.
Mientras que el número de óbitos entre reclusos y funcionarios es de casi un 50 % en cada caso, no ocurre lo mismo con los contagios, que se han registrado mayormente en los internos con el 74 % de los casos.
En el ámbito socioeducativo, 1.716 adolescentes que se encuentran recluidos ya contrajeron la enfermedad, así como 5.781 funcionarios y en total 41 personas han fallecido por el virus.
El número de contagios puede ser mayor, pues solo se han realizado pruebas a la tercera parte de la población carcelaria.
Con más de 750.000 presos, Brasil es considerado el tercer país con más reclusos en el mundo, solo por detrás de Estados Unidos y China.
El sistema penitenciario brasileño es considerado por algunas organizaciones internacionales como uno de los «peores» y «más inhumanos» del mundo, debido a los altos índices de hacinamiento y a las pésimas condiciones en la que se encuentran los internos, situación que facilita la transmisión del virus.
Entre marzo y mayo del año pasado, los jueces aceptaron retirar de las cárceles a unos 35.000 presos y concederles prisión domiciliaria, en un intento por evitar que se agravara la situación.
No obstante, aquellos reclusos que pudieron ir a sus casas solo representa el 4,7 % de toda la población carcelaria. EFE
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