La vacuna contra la covid-19 que era desarrollada por un laboratorio peruano aún no está lista para ser producida y tampoco se podría elaborar en el país por la falta de equipamiento y recursos, aclaró este martes el presidente peruano, Francisco Sagasti.
El mandatario visitó la sureña región Ica para hacer la entrega de equipamiento médico en los hospitales de esta localidad y respondió a las preguntas de la prensa sobre la vacuna que era desarrollada por el laboratorio Farvet, ubicado en esta región.
Sagasti afirmó que el desarrollo de la vacuna peruana, en las etapas iniciales hasta la prueba en animales, «ha contado con el apoyo del Gobierno», pero para terminarla hay que ir «paso a paso y toma tiempo».
Para que la vacuna desarrollada por el investigador Mirko Zimic pueda ser utilizada en humanos se requieren ensayos en tres fases, en miles de personas, y eso «toma tiempo y requiere dinero, porque el tipo de vacuna es muy especial», indicó Sagasti.
Además, por el nivel de producción, la necesidad de un equipamiento sofisticado, además de requerir decenas de millones de dólares para su ejecución, «no se puede hacer en el Perú», agregó el mandatario.
Por ese motivo, el jefe de Estado expresó que «pensar que la vacuna, de la que no se ha hecho ensayo clínico, ya se puede utilizar es una fantasía».
El gerente del laboratorio Farvet, Manolo Fernández, anunció en enero pasado que se desistía de producir la vacuna contra la covid-19 por estrés y agotamiento, después de haber generado controversia al afirmar que ya se había inmunizado con el prototipo de este producto.
«Realmente estoy muy estresado y agotado por esta situación, entonces hemos acordado con el doctor Mirko (Zimic) solamente terminar el trabajo de investigación correspondiente en animales», declaró Fernández al diario El Comercio.
El investigador dijo que presentarían sus avances a una publicación científica y negó que él, su familia y su equipo de trabajo se hubieran inmunizado antes de que se iniciara la campaña pública de vacunación con las dosis del laboratorio chino Sinopharm.
La provincia de Chincha, donde está ubicado el laboratorio Farvet, fue una de las más golpeadas por la pandemia en la primera ola y Fernández también impulsó el uso de la ivermectina como medicamento para combatir el virus en la primera etapa.
No obstante, la Organización Mundial de la Salud (OMS) desaconsejó en marzo el uso de la ivermectina en pacientes con covid-19 porque no hay suficientes estudios que validen su eficacia. EFE
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