El Departamento de Protección Ambiental de Florida (FLDEP, por sus siglas en inglés) identificó una «separación de costura» en una de las paredes del embalse de Piney Point como la causa de la fuga de desechos líquidos de fosfato que fueron a parar a la Bahía de Tampa, y que obligó a evacuar vecinos de la zona y reos de una prisión condal.
EFE
Según un comunicado de las autoridades ambientales dado a conocer este jueves, el DEP desplegó equipos de buceo y cámaras sumergibles en el embalse en desuso de Piney Point, ubicado en el condado Manatee, que identificaron la zona de la pared dañada.
La brecha, en cuya reparación trabaja el Cuerpo de Ingenieros del Ejército de los EE.UU., fue localizada en el compartimiento NGS-South del embalse.
Mientras, otro grupo de especialistas se encarga de tratamientos de reducción y eliminación de nutrientes del agua en el sitio antes de descargarla en Port Manatee (Puerto Manatí), que conecta con la importante bahía de Tampa (costa oeste).
En las últimas 24 horas, indica el comunicado, se ha reducido en más del 90 % el flujo de descarga de estas aguas contaminadas.
En su más reciente actualización, el DEP indica que la tasa reducida de descarga a Port Manatee se estima ahora en menos de 5 millones de galones por día, de 35 millones diarios que es lo habitual.
Una vez que se reanude la descarga, se espera que el agua enviada a la bahía cumpla con los estándares de calidad del agua marina.
Hasta la fecha se han descargado al puerto aproximadamente 202 millones de galones con agua tóxica.
Asimismo, aproximadamente 232 millones de galones permanecen en el compartimento dañado, luego de casi una semana de bombeo continuo.
«Las cuadrillas contratadas continúan trabajando las 24 horas del día para implementar las reparaciones necesarias al revestimiento para contener el flujo», afirma el comunicado.
Las autoridades locales y estatales temían un «inminente» colapso de uno de los estanques de retención, lo que habría causado un desastre ecológico, pero el riesgo se ha reducido desde que los equipos de bombeo de agua comenzaron a hacer su trabajo.
Esta semana se informó a las personas que viven y trabajan cerca de la antigua planta de que podían regresar con seguridad.
Científicos de la Universidad del Sur de Florida (USF) comenzaron este miércoles a analizar la aguas de la bahía de Tampa para determinar su calidad y el impacto medioambiental del vertido.
Los expertos han recolectado muestras de agua, sedimentos y peces tanto de Tampa Bay como del puerto de Manatee, unas muestras que los científicos examinarán a su regreso para determinar el grado de oxígeno, la salinidad, el pH, los nutrientes y los niveles de carbono en el agua.
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