La policía detuvo a más de 1.700 manifestantes el miércoles cuando rusos en docenas de ciudades participaron en manifestaciones organizadas por aliados del crítico del Kremlin en huelga de hambre Alexei Navalny por su mala salud en la cárcel.
Su portavoz fue encarcelada durante 10 días, y otro aliado cercano detenido, el mismo día en que el presidente Vladimir Putin pronunció un discurso sobre el estado de la nación advirtiendo a Occidente que no cruzara las «líneas rojas» de Rusia y deliberadamente no mencionó a Navalny. .
«Este es uno de los últimos suspiros de una Rusia libre, como muchos están diciendo. Salimos por Alexei … contra una guerra en Ucrania y la propaganda salvaje», dijo Marina, estudiante en la protesta de Moscú.
OVD-Info, un grupo que monitorea protestas y detenciones, dijo que 1.782 personas habían sido arrestadas, incluidas 804 en San Petersburgo y 119 en la ciudad de Ufa, en los Urales.
Los manifestantes en el centro de Moscú corearon: «¡Libertad para Navalny!» y «¡Que entren los médicos!». La esposa de Navalny, Yulia, se unió al mitin en la capital, donde los manifestantes corearon su nombre.
La oposición había esperado que las manifestaciones fueran las más grandes en la historia moderna de Rusia y las presentó como un intento de salvar la vida de Navalny persuadiendo a las autoridades de que permitieran que sus propios médicos lo trataran.
Pero la participación parecía menor que durante las protestas de principios de este año antes de que Navalny fuera encarcelado durante dos años y medio por violaciones de la libertad condicional relacionadas con lo que, según él, eran cargos de malversación por motivos políticos.
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