El Gobierno neerlandés prevé anunciar este viernes la instauración de algunas de las restricciones que levantó hace menos de dos semanas para frenar el fuerte aumento de contagios de covid-19, entre otras cuestiones por los brotes en algunas discotecas y el aumento de la variante delta, lo que disparó los positivos diarios a unos 5.500 en 24 horas.
El primer ministro en funciones, Mark Rutte, y su ministro de Sanidad, Hugo de Jonge, anunciarán la tarde de este viernes medidas para contrarrestar el disparo de contagios, después de haberse reunido esta mañana con el equipo de gestión de brotes (OMT), un grupo de virólogos y epidemiólogos que asesoran al gobierno en la pandemia.
Sobre la mesa está la imposición de horarios de cierre en la hostelería, así como la cancelación de eventos como festivales de varios días y el cierre del ocio nocturno, lo que incluye las discotecas, que han abierto por primera vez en toda la pandemia el pasado 26 de junio, dejando desde el primer día varios brotes, como el de un club de Enschede, donde unas 200 personas acabaron contagiadas en una noche.
En el primer festival que se ha celebrado en pandemia, el pasado 2 y 3 de julio y con 10.000 visitantes al día, había al menos 12 personas que entraron ya infectadas, por lo que todavía se desconocen cuántos visitantes más se han podido contagiar, ni si este festival es otra fuente de contagios.
Los positivos diarios han pasado de unos 700-800 al día la semana pasada, a 5.475 ayer, unos 1.815 más que el día anterior, lo que demuestra una rápida tendencia al alza que se produce menos de dos semanas desde el fin del confinamiento, lo que incluyó el fin de la obligación del uso de mascarillas en interiores y las restricciones de aforo para la hostelería.
Una encuesta publicada ayer por el programa EenVandaag, de la televisión pública holandesa, mostró que seis de cada diez neerlandeses creen que las restricciones se levantaron demasiado pronto y han expresado su creciente preocupación por el aumento de casos.
El ministro neerlandés de Justicia, Ferdinand Grapperhaus, también confirmó que la presión sobre los médicos de cabecera está volviendo a aumentar, lo que provoca inquieta entre las autoridades sanitarias municipales.
Una de las principales preocupaciones entre las autoridades neerlandesas es que Países Bajos pase a estar en color rojo en el mapa europeo del covid-19, lo que podría suponer la imposición de restricciones o prohibiciones de entrada a los turistas neerlandeses en otros países de la Unión Europea (UE) en pleno verano. EFE
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