En el mejor momento de los últimos tres años para la derecha en las encuestas, Partido Popular y Vox llevan tres días enzarzados. Este lunes, durante su habitual rueda de prensa, Vox ha dejado claro su profundo malestar y desconfianza con los populares después de lo que algunos consideran un punto de no retorno. El silencio de la dirección del PP es lo que Vox utiliza para cargar las tintas contra el líder de la oposición y exigir una comunicación formal en la que se retracten.
La formación de Santiago Abascal da por «rotas» las relaciones con el Partido Popular después de la abstención de los concejales del PP, que culminó en la declaración de ‘persona non grata’ al presidente de Vox en la Asamblea de Ceuta del pasado viernes. El PP hizo ayer un amago de recular mediante unas palabras de Andrea Levy, pero no funcionó.
«Consideramos que el PP, con su abstención y con las declaraciones de (Juan Jesús) Vivas, ha roto relaciones con Vox, tomamos nota y damos las relaciones por rotas», ha señalado el vicepresidente del Comité de Acción Política de Vox, Jorge Buxadé, según ha recogido Europa Press, en la rueda de prensa desde la sede nacional.
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PP y Vox, adversarios pero a la vez aliados por necesidad en muchos territorios, están sumidos en esta crisis desde hace días. El líder del PP, Pablo Casado, se está manteniendo al margen, evitando así valorar la situación. En el pasado, Casado sí criticó estas prácticas. Cuando el expresidente del Gobierno Mariano Rajoy fue nombrado en Pontevedra ‘persona non grata’ en 2016, el actual líder del PP, entonces vicesecretario de Comunicación, denunció que era una fórmula del «comunismo más anaftalinado».
Ayer Andrea Levy, presidenta del Comité de Derechos y Garantías del PP, enmendó a sus compañeros de partido en Ceuta y rechazó la iniciativa. «Es una herramienta absolutamente deleznable utilizada por la izquierda», dijo. «No podemos estar más en contra de la declaración de ‘persona non grata’, muchas veces hemos sido nosotros las propias víctimas, lo hemos sufrido de forma totalitaria», añadió.
Pero de nada sirvió. Vox les acusa de ser «cooperador necesario» para la «deshumanización» y «demonización» de su partido. Palabras de Abascal en Twitter. Y además apuntan a que el presidente de Ceuta, el popular Juan Jesús Vivas, sigue justificando su posición.
Advierten con retirar apoyos
Buxadé ha situado al PP ante la disyuntiva de reconsiderar «errónea» su posición y desautorizar a Vivas o «no van a poder seguir reclamando ayuda a Vox para sus propuestas en ayuntamientos o asambleas». Precisamente sobre esto alertó la diputada popular Cayetana Álvarez de Toledo el sábado, cuando en Twitter tildó la abstención de «recurso sórdido» y «un disparate estratégico», dado que el PP depende de Vox para gobernar en casi todos los niveles territoriales.
La relación entre populares y Vox está resentida y se complica desde el pasado octubre cuando el PP votó en contra de la moción de censura impulsada por Vox contra Pedro Sánchez. El líder del PP fue muy discreto con el sentido del voto del grupo parlamentario popular, pero cuando subió a la tribuna de oradores confirmó el ‘no’ con fuertes críticas a Abascal.
El PP intenta desviar el foco
Ahora, el PP evita entrar a la gresca con los de Abascal, pero ni de lejos desautoriza la posición de Vivas y de los populares ceutíes. Fuentes de Génova subrayan que su adversario es Sánchez y que todos sus esfuerzos están puestos en derrotarlo en las próximas elecciones. En un momento de dulce, con la satisfacción de la encuesta de ABC bajo el brazo, los populares esquivan nuevos frentes. De hecho, fuentes consultadas por este periódico consideran que la virulencia de Vox podría estar relacionada con el «batacazo» que se dan en el sondeo de GAD3.
En el PP rechazan «cordones sanitarios», insisten, y remarcan que no son su forma de hacer política. «No vamos a participar nunca en ese señalamiento que el PP ha sufrido durante años», subrayan. «Así lo ha explicado el presidente de Ceuta y los portavoces del partido que se han pronunciado durante las últimas horas», concluyen estas fuentes, sin censurar la abstención de sus compañeros, informa Juan Casillas.
Dirigentes populares ven compatible su compromiso con no aceptar «cordones sanitarios» con la posición del PP de Ceuta, ya que, apuntan, Vox cayó en declaraciones fuera de lugar e «incendiarias» en un momento de máxima crisis para la ciudad autónoma. A pesar de ello, los populares no tienen ninguna intención de trasladar esa postura en la Asamblea de Ceuta al resto de territorios donde sus gobiernos dependen de Vox. En ese sentido, restan importancia a las advertencias de Buxadé y creen que es su partido quien debe decidir qué hacer y explicarlo. «Nosotros no hemos roto nada ni tenemos intención de hacerlo», zanjan desde Génova.
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