Miles de personas, incluidos turistas en campings, fueron evacuados preventivamente por un incendio forestal que arrasa desde el lunes las inmediaciones de la lujosa localidad turística de Saint-Tropez, en el sur de Francia.
AFP
Alrededor de 900 bomberos y aviones cisterna fueron desplegados para luchar contra el fuego en condiciones difíciles, con altas temperaturas y fuertes vientos.
En la noche del martes, el viento parecía calmarse y los bomberos se disponían a anegar los bordes del incendio, indicó a la AFP un portavoz de los bomberos.
«La situación ya no es tan alarmante como ayer por la noche, pero sigue siendo preocupante», indicó el vocero, subrayando su inquietud sobre «algunos focos».
Según la prefectura del departamento de Var, 7.000 personas, entre habitantes y turistas, fueron evacuadas de sus casas o de campings. «No es posible por el momento que vuelvan», indicó en un comunicado.
Para acogerlos, se activaron 15 centros de acogida en ocho localidades del departamento, donde dos carreteras permanecen cortadas al tráfico.
«Nos evacuaron en 30 minutos. Realmente, muy bien, sincronizado, tranquilos», aseguró a la AFP Sylvie Defrancheschi, una turista francesa evacuada junto a sus dos hijos a Bormes-les-Mimosas.
Durante una visita al lugar del siniestro, el presidente francés, Emmanuel Macron, aseguró que «las próximas horas serán cruciales». Los bomberos «evitaron lo peor», explicó.
El sur de Francia es la zona más reciente de la cuenca mediterránea afectada por incendios forestales este verano, un fenómeno estacional que, según advierten los científicos, será cada vez más frecuente debido al calentamiento global provocado por los seres humanos.
Grandes incendios han asolado ya partes de Grecia, Turquía, España, Argelia y Marruecos.
El incendio se declaró el lunes en un apeadero de la autopista a unos 100 kilómetros al noreste de la ciudad portuaria de Toulon y ya ha quemado 4.000 hectáreas de bosque y matorral, según los bomberos.
«Una catástrofe»
En la mañana, los bomberos temían que el fuego se fortaleciera durante el día debido a las altas temperaturas y al viento. «Las llamas se extendieron a 4 km por hora, cuando lo habitual es 1 km por hora», indicó un responsable de comunicación de los bomberos en el puesto de mando establecido en la comuna de Le Luc.
«La mitad de la reserva natural de la llanura de Maures ha sido devastada. Es una catástrofe, porque es uno de los últimos lugares donde vive la tortuga de Hermann», declaró a la AFP Concha Agero, directora adjunta de la Oficina Francesa de la Biodiversidad.
Ya se hallaron tortugas calcinadas. Otros ejemplares quizás pudieron huir bajo tierra para sobrevivir.
Pese al incendio, todavía se pudo ver a muchos turistas disfrutando del sol en las playas de la Costa Azul, mientras los aviones cisterna se acercaban regularmente para llenar sus depósitos en el mar antes de volver a las humeantes colinas cercanas.
El caluroso y árido sureste de Francia, que experimenta regularmente incendios forestales en verano, se había salvado relativamente en lo que va de año.
Según la base de datos Prometheus sobre incendios forestales en la región mediterránea, la superficie total quemada en Francia en las cuatro regiones afectadas fue de 2.336 hectáreas para 2021, frente a las 7.698 de todo 2020.
El año pasado, un incendio arrasó 1.000 hectáreas en una popular región turística al oeste de Marsella. Al menos 2.700 personas, entre ellas muchos turistas, tuvieron que ser evacuadas, algunas por mar.
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